viernes, 30 de octubre de 2015

Capítulo 1

HERIDAS DEL CORAZÓN
CAPÍTULO 1: BIENVENIDA A CASA

Hoy con la actuación especial de
Libertad Lamarque como la Madre Antonia.




MÉXICO D.F., MÉXICO


INT. / PROSTÍBULO, HABITACIÓN DE PAULA / NOCHE

Paula, una joven prostituta del burdel está dando a luz, la joven es asistida por una de sus compañeras de trabajo, Bárbara, una jamaicana con dotes de partera. En la cama, Paula grita de dolor mientras Bárbara la anima con la labor de parto, colocada al pie de la cama entre sus piernas.

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Paula: !AHHH!!! !AHHHHHHHHHHHHH!!!!! (Chillando de dolor)

Bárbara: !Vamos Paula! !Empuja más fuerte, carajo! !Con fuerza te he dicho!

Paula: !No puedooooo!!! !Siento que me voy a partir en dos!!! !AHHHHHHHHHH!!!!!

Bárbara: Tú eres la culpable de todo lo que te está pasando. Te dije que te cuidaras y mira ahora.

Paula: !Cállate! !AHHHHHHHH!!!!!

Bárbara: !Empuja!

Paula: !AHHHHHHHH!!!! !Sácamelo ya de una vez!! !Sácame ese engendro!!! (Rabiosa, pues no quiere al bebé)

Bárbara: !Vamos, un ultimo empujon ya está casi fuera la cabeza! !Empuja con la contracción!! !Dale!

Paula: !AHHHHH!!!! 

En ese momento Bárbara logra sacar al bebé, quién al instante rompe a llorar. La mulata la toma en brazos y la mira en silencio... 

Paula: !Al fin!!! (Sudando y agotada) !Llévatelo! No quiero verlo.

Bárbara: ¿Estás segura que no quieres conocer a tu hija? Es una niña...

Paula: !No me importa! Te dije que te la lleves... No quiero a esa niña, a saber de quién es.

Bárbara: Está bien, entonces voy a lavarla un poco y la llevaré a la inclusa del orfanato del centro.

Paula: Haz lo que tengas que hacer... 

Bárbara: ¿Estás bien? Ha sido un parto largo... por un momento pensé que...

Paula: Haz el favor de callarte ya. Estoy agotada... necesito descansar, déjame sola.

Bárbara: Debería verte un médico, amiga...  Te empeñaste en dar a luz acá pero...

Paula: No quería que los médicos supieran nada de mí ni de esa criatura. Ya te dije durante el embarazo que no la iba a criar. La tuve porque no me dejaste abortar.

Bárbara: Eso hubiera sido un crimen, Paula. Mira, yo seré todo lo que quieras, pero jamás le haría daño a un bebé. Menos mal que te saqué esas ideas de abortar...

Paula: !Maldita sea la hora en que lo hiciste! !Qué nueve meses he pasado! !Y todo por olvidarme de la dichosa pastilla!

Bárbara: Ya da igual que fallara el preservativo... eso es lo de menos... Me marcho, voy a bañar a la niña y la llevaré al orfanato. 

Paula: OK, lárgate... (Enojada, sudada y muy cansada en la cama)

Su amiga Bárbara se marcha con la bebé en brazos, la niña va llorando.


TORONTO, CANADÁ


INT. / MANSIÓN WINCHESTER, SALÓN / DÍA

Lejos de México, en Canadá, un matrimonio se dispone a tomar sus maletas para salir de viaje. En la sala, Michael y su esposa Rebeca conversan con la madre de él, doña Cheryl Winchester. 

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Cheryl: Sigo sin entender por qué se tienen que ir a México a adoptar un bebé... ¿Qué no podía ser más lejos o qué?

Michael: No empieces mamá, Rebeca conoce un orfanato muy bueno en el DF. Su padre se lo recomendó.

Rebeca: Así es Cheryl, mi papá conoce a la madre superiora. Es un orfanato de monjitas. 

Cheryl: ¿Están seguros que es necesario todo esto? ¿Han mirado bien que puedan tener hijos propios? ¿Seguro lo han intentado todo ya?

Michael: Yo no puedo tener hijos mamá, soy estéril y lo sabes.

Cheryl: Pero...

Rebeca: Cheryl, yo me hice unos estudios, quise hacerme una inseminacion artificial pero tu hijo...

Michael: De ninguna manera iba a permitir que mi mujer fuera tratada como una vaca... No más faltaba. Prefiero que si vamos a tener un hijo, sea adoptado por parte de los dos, no solo por la mía.

Cheryl: Michael tiene razón, Rebeca, en eso estoy de acuerdo con mi hijo.

Rebeca: Ya veo... y por su egoísmo yo no voy a poder tener un hijo propio cuando yo si puedo tenerlo.

Michael: No hay más que discutir, nos vamos al aeropuerto. Nuestro vuelo sale en menos de tres horas y con este tráfico no se si llegaremos a tiempo.

Cheryl: Bueno, pues nada, buen viaje... Adiós, adiós...


INT. / HOSPITAL DE TORONTO, DESPACHO DE EDWARD / DÍA

Edward conversa con un joven, ambos sentados a ambos lados del escritorio.

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Edward: Mi hija y mi yerno se van a México, van a adoptar una niña creo.

John: ¿En serio? Es bonito hacer una buena obra, la verdad, hay muchos niños sin padres en este mundo.

Edward: Cambiando de tema, John... ¿Cómo están tus padres? ¿Qué tal el viejo Abdalá?

John: Bien, están bien... mi mamá dice que me echará de menos ahora que me vaya a estudiar a Inglaterra.

Edward: No puedes desaprovechar esa beca en la universidad de Oxford. Allá estudié yo medicina, y te aseguro que es una de las mejores facultades del mundo en el campo de la pediatría, John.

John: Ese es mi sueño, don Edward, ser un gran pediatra, como mi padre. (Sonríe)

Edward: ¿Y cuando te marchas para allá finalmente?

John: Mañana por la tarde. Ya estoy deseando empezar los estudios.


MÉXICO D.F., MÉXICO
INT. / ORFANATO, DESPACHO DE LA MADRE SUPERIORA / DÍA

La directora del orfanato, una religiosa de avanzada edad, conversa con Michael y Rebeca, quien acaban de llegar a México. El matrimonio canadiense escucha a a la madre superiora.

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Madre: Bueno parece que todos los papeles están en regla... 

Michael: ¿Podemos ver ya a los niños, madre Antonia?

Madre: En unos momentos les llevaré a la casa cuna, no se preocupen, pero antes tengo que comentarles una cosa.

Rebeca: ¿Qué ocurre, madre? ¿Hay algún problema con el bebé?

Madre: Lamento comunicarles que no disponemos actualmente de niños de la edad que están buscando ustedes... solamente tenemos dos niñitas de apenas unos días de nacidas.

Michael: Pero en la solicitud que hicimos hace meses fuimos bien claros, queremos un niño, no una niña. 

Rebeca: Qué mas da eso, mi amor... Una niña está bien. Por mí no hay problema, de verdad, madre.

Madre: Eso espero... Bueno pues si me acompañan a la casa cuna, con gusto les enseño las dos bebitas y ya ustedes deciden cual de ellas prefieren... Una es ciega...

Michael: ¿Ciega? Ni hablar... nada de eso, no quiero que mi hija tenga defectos. Queremos ver a la otra entonces, nada más.

Todos se levantan de las sillas...

Madre: OK, como quieran... Acompáñenme, por favor.

Los tres salen del despacho de la religiosa, la monja cierra la puerta tras de sí.


TORONTO, CANADÁ
INT. / CASA QUINTANA, SALÓN / NOCHE

Kate, la mejor amiga de Rebeca, está dando de mamar a su recién nacida hija Cinthia. Su marido Richard y ella miran a la niña tiernamente. Cinthia apenas tiene un par de meses de nacida.

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Kate: Estoy tan feliz, mi amor... ya tenemos a nuestra hija con nosotros. (Sonríe dulce)

Richard: Es una pena que Michael y Rebeca no puedan tener hijos, cariño.... Sé por lo que han pasado.

Kate: El día que nació Cinthia, Rebeca lloraba como una magdalena cuando vino a verme al hospital. Me dio mucha pena. Ella podría ser madre pero su marido es un egoísta.

Richard: La verdad nunca me gustó Michael para Rebeca, pero bueno... bien dicen que el amor es ciego.

Kate: Estoy segura que Cinthia y el bebé que adopten ellos en México serán buenos amigos. (Sonríe)

Richard: Mira como mama la bebé, mira como come... (Sonríe feliz) ¿Quién soy yo, Cinthia? !Soy papá! (Sonríe)


MÉXICO D.F.
INT. / ORFANATO, CASA CUNA / NOCHE

Rebeca tiene en brazos a una bebé de apenas unos días de vida, la hija de Paula, la prostituta que dio a luz en el burdel. ¿Recuerdan? Rebeca sonríe emocionada y no puede evitar que se le salten las lágrimas.

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Rebeca: Es preciosa, mi amor...  (Sonríe dulce)

Michael: La verdad que sí, que lo es... es una princesita preciosa.

Madre: Pensé que quería un niño, señor Winchester... (Sonríe)

Michael: Pero creo que acabo de enamorarme de esta niña... (La bebé le toma de un dedo con su manita)

Rebeca: Nos quedamos con ella, madre Antonia. Sí, nos quedamos con esta niña. (Sonríe muy emocionada)

Madre: Perfecto, la verdad que van a hacer una labor muy bella adoptando a esta niña, apenas hace unos días nos la dejaron en la puerta del orfanato en una canastilla. Estaba muertita de frío, con apenas una cobija y un biberón de leche. en una cestita de mimbre.

Rebeca: No entiendo como alguien puede abandonar a su propia hija... Es de locos... 

Michael: Seguramente sea hija de alguna mujer sin recursos, aquí hay mucha pobreza. ¿Verdad, madre?

Madre: Así es, de vez en cuando vienen jovencitas a dar sus bebés en adopción porque no los pueden mantener, muchas son madres solteras, mujeres violadas... la verdad, llega cada historia que para qué contarles.

Rebeca: Mi amor... Tenemos que ponerle un nombre a la niña. (Sonríe)

Michael: No sé... no se me ocurre ninguno.

Madre: ¿Qué les parece Miriam?

Rebeca: ¿Miriam? Ay, me encanta... ¿Suena bien, verdad Michael?

Michael: Miriam... me gusta... Sí. (Sonríe) 

Madre: Bueno pues vamos a firmar los papeles de entrega y a registrar el nombre de la niña mañana a primera hora. En cuanto esté todo listo y legal, ya podrán viajar con la bebé a Canadá. Supongo en un par de días estará todo hecho.

Rebeca: Muchas gracias por todo, madre, no sabe lo felices que nos hace con este regalo. Es un sueño. Ya somos padres, mi amor, somos padres. (Sonríe)

Michael: Sí... somos padres. (Sonríe ilusionado y besa a la niña en la frente)


DÍAS DESPUÉS
OXFORD, REINO UNIDO


EXT. / RESIDENCIA DE ESTUDIANTES, JARDÍN / DÍA

John pasea por los jardines de la residencia estudiantil a última hora de la tarde, cuando, suena su teléfono móvil. Es su amigo Richard, desde su casa en Canadá. John toma el teléfono de su pantalón y contesta.

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Edward: ¿Sí, Richard? ¿Qué tal amigo? (Sonríe)

Richard: Genial John... ¿Como estás? ¿Qué tal en Inglaterra? ¿Todo bien? ¿No te cansas de tanta lluvia? (Se burla)

John: Jajaja, no llueve tanto como dicen, exagerado. Todo perfecto, mañana comienzan las clases, estoy muy ilusionado, la verdad. 

Richard: Kate y yo te vamos a extrañar mucho, amigo. Recuerda que eres el padrino de Cinthia. No lo olvides, cuando haga su primera comunión le tienes que regalar algo.

John: Jajaja, pero para eso faltan al menos ocho o nueve años. Tu hija no tiene ni dos meses, hombre. (Sonríe)

Richard: Jajaja. Te estaba haciendo broma, tontorrón. ¿Volverás en las vacaciones de navidad?

John: No, Richard, mis padres vendrán a verme en vacaciones, yo no creo que regrese a Canadá hasta no terminar la carrera y el postgrado acá en Oxford.

Richard: Bueno, Kate y yo intentaremos ir a verte el año que viene, en verano tal vez, cuando la niña sea más mayorcita. (Sonríe) 

John: No olvides enviarme fotos de mi ahijada. ¿Ok? Que a esta edad crecen muy deprisa, ya lo sabes.

Richard: No te preocupes, pronto te mandamos por mail fotos, ya verás. Oye te dejo, que tengo que tengo un examen en media hora y ya se me hace tarde. !Nos hablamos! !Cuídate John!

John: !Igualmente Richard! Salúdame a Kate. Chao. 

Ambos terminan la llamada.


TORONTO, CANADÁ


INT. / MANSIÓN WINCHESTER, SALÓN / DÍA

Doña Cheryl (madre de Michael), don Edward (padre de Rebeca), así como Betty (la empleada de servicio) saludan al matrimonio que acaba de llegar de México. Rebeca carga en brazos a la pequeña Miriam.

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Betty: Ay pero si es una lindurita esta niña, señora Rebeca. Es hermosa.

Rebeca: ¿Verdad que sí, Betty?

Edward: Muy bonita... Les dije que la madre Antonia les iba a ayudar. (Sonríe ilusionado)

Michael: Rebeca y yo estamos muy contentos...  Miriam es una belleza. Va a ser la reina de esta casa. ¿Verdad mamá?

Cheryl: Si tú lo dices... (Con mala cara)

Rebeca: ¿Qué pasa Cheryl? No te ilusiona el ser abuela parece ser.

Cheryl: Esa niña no es nada mío... (Se marcha, muy molesta)

Edward: Pero será grosera... (Con mal tono)

Michael: Bah, no la hagan caso, se le pasará... Mi madre es un poco tradicional, ya la conocen.

Rebeca: Tradicional y una estúpida... seamos claros, Michael.

Michael: Bueno, bueno, sin ofender... (Molesto) Estás hablando de mi madre. 

Betty: Con su permiso, voy a preparar la comida, que ya va siendo la hora. Chao Miriam!! (Le sonríe a la niña)

Rebeca: Voy a cambiarle los pañales, creo que ha hecho pipí... (Se la lleva al dormitorio)

Edward: Mi hija tiene razón. Tu madre se pasó de la raya, Michael.

Michael: Mire abuelo, lo siento pero no tengo ánimos para discutir con usted... Con permiso. (Se va)

Edward: Igualito que la madre de maleducado... (Molesto) Cheryl tendrá que aceptar a Miriam como su nieta, le guste o no a esa vieja amargada... Faltaría más... El tiempo pone a todo el mundo en su sitio.


8 AÑOS DESPUÉS
MÉXICO, D.F., MÉXICO


INT. / PROSTÍBULO, BAR / DÍA

Han pasado casi ocho años, la vida sigue. ¿Qué habrá sido de todos los personajes de esta historia? ¿Lo quieren saber, cierto? Veamos...

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Paula, la madre biológica de Miriam, conversa por teléfono con su amiga Bárbara, quien ahora vive en Canadá, concretamente en Toronto. La mulata está en el dormitorio de su casa, pintándose las pestañas mientras se ve en un espejo.

Paula: La verdad que por acá todo sigue igual, Bárbarita... ¿Y tú? ¿Como vas con tu galán? Parece mentira que te hayas casado con todo un médico, chica. Si que diste un braguetazo, cariño. (Sonríe con envidia)

Bárbara: Y tremendo marido me busqué, mi amor... Si lo vieras... John es un papacito rico, así todo exótico...  

Paula: Jajaja, no será para tanto mujer. Siento no haber podido asistir a tu boda en Canadá. La neta que sí.

Bárbara: No te preocupes... Oye, me voy, que he quedado a almorzar con mi esposo. Ya hablamos otro día. ¿Ok? Salúdame a la Jenny, a la Vane y a la Déborah. !Bueno a todas! Jajaja.

Paula: OK, amiga... Yo les digo. Cuídate, un abrazo grande. Bye. 

Ambas mujeres terminan la llamada.


TORONTO, CANADÁ
INT. / MANSIÓN WINCHESTER, COMEDOR / DÍA

Toda la familia Winchester almuerza sentada a la mesa, presidida por Michael. Vemos a los lados a Rebeca, Cheryl y Edward. La criada, Betty, termina de servirles a todos.

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Rebeca: ¿Dónde está la niña, Betty?

Betty: Estaba hablando por teléfono con su amiguita Cinthia, señora.

Cheryl: Esa niña no sabe lo que cuesta el teléfono en esta casa. ¿Verdad? La tienen muy consentida... pero mucho.

Michael: No empieces mamá... por favor. ¿Sí?

En ese momento aparece Miriam, la niña ya tiene casi ocho años y como recordarán es la hija biológica de Paula, la prostituta mexicana.

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Miriam: !Hola a todos! ¿Qué hay de comida Betty?

Betty: !Lentejas! Si quieres las comes y si no las dejas...

Miriam: Jajaja. 

Rebeca: Ay esta Betty y su refranero... Anda cariño, siéntate mi vida, aquí al lado de tu papi.

Michael: ¿Como va la escuela princesa? (Sonríe)

Miriam: Bien papá, saqué un 9 en matemáticas.

Edward: Chica lista, sí señor... Igualita que su madre.

Cheryl: Ja... (Burlona)

Michael: !Mamá! (Molesto)

Cheryl: ¿Y yo que dije, ahora? Jajaja. Ay, vamos a comer, que se enfría el sopicaldo este... Betty, querida, te tengo dicho que no le eches tanto ajo, que me hace daño al estómago... ay por favor... (Removiendo con la cuchara la sopa del plato)

Betty: Para otra vez le echo chile del picante mejor... a ver si revienta... (Se burla) Con su permiso...

Cheryl: !Pero será descarada la chacha esta! Deberían ponerla de patitas en la calle.

Miriam: Jajajaja

Cheryl: ¿Tú de qué te ríes, mocosa? (Enojada)

Su abuela mira mal a la niña. Cheryl no la acepta como nieta pues no es hija biológica de Michael. Rebeca mira mal a su suegra porque no le gusta como trata a la niña.




INT. / RESTAURANTE / DÍA

John y su esposa Bárbara almuerzan en un bonito restaurante de Toronto, cerca de la catedral de Saint James. Su mesa está junto a los ventanales. Ambos charlan mientras degustan la comida.

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Bárbara: ¿Vas a trabajar en el hospital más importante de esta ciudad, mi amor? No me lo puedo creer... Eso es maravilloso, John.

John: Así es, cariño. El señor Edward Simons me recomendó para el puesto... Empiezo mañana mismo.

Bárbara: Ok... que bueno, mi amor. Ese hospital es una eminencia en el mundo.

John: Por eso mismo quiero avanzar con mi carrera ahí. De momento entraría como pediatra interino, tal vez con el tiempo consiga una plaza fija. Recuerda que es un hospital privado.

Bárbara: Cambiando de tema... John. Creo que deberíamos ir pensando en lo del bebé... Me gustaría tener un hijo contigo, ya te he dicho.

John: Apenas llevamos seis meses casados, no es el momento mi amor. No tengo empleo fijo.

Bárbara: Bueno, está bien, esperaremos... 

John: ¿Te estás cuidando verdad?

Bárbara: Por supuesto, mi amor...  por supuesto. (Sonríe falsa)


AL DÍA SIGUIENTE
INT. / HOSPITAL DE TORONTO, CONSULTA DE JOHN / DÍA

Rebeca acude con su hija a la consulta del nuevo pediatra. Ambas entran al despacho, en la silla está John, esperándolas.

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John: Buenas tardes... (Sonríe)

Rebeca: Hola... (Sonríe)

Ambos se quedan mirando uno al otro en silencio, Miriam se da cuenta pero no dice nada... Tanto John como Rebeca son muy atractivos físicamente y no pasan desapercibidos para nadie allá donde van.

John: A ver... ¿Qué te ocurre señorita? (Mirando a Miriam)

Miriam: Pues... la verdad no sé bien... Llevo días con mareos y... no me siento muy bien, me noto como cansada a nada que haga.

Rebeca: La verdad que estoy muy preocupada doctor... 

John: John Hassan, pero pueden llamar John. (Sonríe amable) Vamos a ver... ¿Cómo te llamas?

Miriam: Miriam... 

John: Ok, Miriam... Échate en esa camilla, voy a reconocerte. (Se levanta de su silla y se pone el fonendoscopio)

Rebeca: Ojalá y sea una simple gripe... (Nerviosa)

John: Vamos a ver... (Explorando a Miriam) Abre la boca...

La niña lo hace.

John: No, no es gripe... Podría ser de la vista pero vamos a ir descartando cosas antes de enviarte a un oftalmólogo, ¿Sí? Creo que lo que vamos a hacer primero es unos análisis de sangre para ver como van las cosas. ¿Podría ser ahora mismo? 

Miriam: ¿Me van a pinchar ahora? !Ay nooooooooo!!!

Rebeca: Hija, es por tu bien, mi vida... Tenemos que saber que te pasa.

John: Tú no te preocupes... que eso ni duele casi, no te vas a enterar. Según salen al pasillo, a mano derecha preguntan por Kate, la enfermera. Ella es la que se encargará de la prueba de sangre.

Miriam: ¿Conoces a Kate?

John: Claro... ¿Por qué?

Rebeca: Porque es mi mejor amiga, jajaja, qué casualidad que nos toque con ella.

John: Pues miren que bien... La semana que viene se pasan por mi consulta y ya les daré los resultados.

Rebeca: Muchas gracias doctor Hassan. (Sonríe dulce)

John: No hay de qué, es mi trabajo. (Sonríe tierno) Disculpe no me dijo su nombre.

Rebeca: Rebeca. Me llamo Rebeca. (Sonríe)

Madre e hija se marchan...

Miriam: Chao doctor... 

John: Chao. (Sonríe)


INT. / HOSPITAL DE TORONTO, PASILLOS / DÍA

Ya en el pasillo, Miriam y su madre conversan de nuevo mientras caminan.



Rebeca: Simpático el nuevo pediatra. ¿Verdad mi amor?

Miriam: Está como un queso... (Se burla)

Rebeca: Jajajaja. !Pero bueno! ¿Qué formas de hablar son esas muchachita? Que tienes ocho años.

Miriam: Es guapísimo. ¿A poco no te has fijado, tonta? Si yo tuviera tu edad... 

Rebeca: Si claro, si tuvieras mi edad y no estuvieras casada. 

Miriam: Ya lo sé... jajaja. Sólo decía.

Rebeca: Anda, vamos al dichoso análisis.

Miriam: Ay no por Dios... prefiero antes ver a la abuela Cheryl en bikini que hacerme eso.

Rebeca: Jajajajajaja. (Se ríe a carcajadas)

Miriam: Debe tener todo pellejos, cierto... Aggg... (Con cara de asco) para que me lo habré imaginado... Dios mio, que horror...

Rebeca: Estás loca, hija, jajajaja. (Sonríe)

Miriam: Jajaja. (Sonríe)


UNA SEMANA DESPUÉS
INT. / MANSIÓN WINCHESTER, COCINA / DÍA

Michael y Betty conversan en la cocina. La criada termina de picar lechuga sobre una tabla, así como unos tomates para ensalada.

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Michael: ¿Hoy le daban a Rebeca los resultados de las pruebas de mi hija, Betty?

Betty: Así es señor... no creo que tarden en llegar a la casa. Doña Rebeca salió hace rato. Miriam está arriba jugando con su amiga Cinthia.

Michael: Espero esté todo bien... (Preocupado) 


INT. / MANSIÓN WINCHESTER, DORMITORIO DE MIRIAM / DÍA

Miriam y su amiga Cinthia, la hija de Richard y Kate, están jugando con las muñecas sobre la cama.

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Cinthia: ¿Y dices que tu pediatra parece árabe?

Miriam: Su papá es iraní y su mamá de acá.

Cinthia: ¿Como sabes tú eso?

Miriam: Porque me lo dijo tu mamá el día que me hice el análisis.

Cinthia: Ahm... ¿Y cómo se llama? Creo que ya sé quien es, jajaja.

Miriam: ¿Ah sí, listilla, quién?

Cinthia: John, mi padrino, jajajaja. (Se burla)

Su amiga se molesta por quedar como una tonta.


INT.  / HOSPITAL DE TORONTO, CONSULTA DE JOHN / DÍA

Rebeca espera en la consulta, sentada frente al escritorio del pediatra. En instantes aparece John con una carpetilla. El médico cierra la puerta tras de si y...

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John: Buenos días... (Serio)

Rebeca: Hola John... ¿Y bien? ¿Está todo bien, verdad? (Preocupada)

John: Rebeca... (Se sienta a su mesa dejando la carpetilla)

Rebeca: ¿Qué pasa doctor Hassan? (Nerviosa)



John: Me temo que... me temo que no tengo buenas noticias. (Apenado)

Rebeca: ¿Que ocurre? 

John: Las pruebas de sangre arrojaron algo que no esperábamos... No sé como decirte esto pero... (Hace una pausa) Miriam tiene cáncer. Tu hija tiene leucemia, Rebeca.

Rebeca: ¿Quéeee? (Alucinada, se le saltan las lágrimas) No Dios mío... eso no puede ser... !Noooo!!! !Noooooooooo!!!! (Llorando)

El médico permanece en silencio mientras ella llora destrozada en la silla de la consulta. John se emociona, sabe que no debe involucrarse emocionalmente con sus pacientes y sus familias cuando hay malas noticias pero no puede evitar sentir pena por Rebeca y sus ojos se tornan vidriosos. Rebeca, en un mar de lágrimas no es capaz de articular palabra. Escuchamos música incidental.

CONTINUARÁ...













Próximamente