CAPÍTULO 10: TE QUIERO
TORONTO, CANADÁ
INT. / AEROPUERTO
DE TORONTO, ZONA DE SALIDAS / DÍA
John y Rebeca
siguen conversando en el aeropuerto. Finalmente John parece ha cancelado su
viaje.
Rebeca: Lo siento,
no debería haber venido, es que… me sentía tan mal. Y el primero que me vino a
la mente fuiste tú, John. (Triste)
John: ¿Y por qué no
llamaste a Kate? No entiendo nada. Mira Rebeca, te voy a decir algo y espero no
te parezca mal pero…
Rebeca: Ya sé lo
que me vas a decir, que soy una estúpida… una…
John: Hace apenas
dos días me dijiste que lo nuestro no podía ser, que eras una mujer casada,
bla,bla,bla… (Molesto) ¿Y ahora como te enteras que tu marido tiene otra, vienes
a buscarme? ¿Pero tú quién te crees que soy yo, eh?
Rebeca: Por favor
John, no me regañes, no es así… Las cosas no son como tú las ves.
John: ¿Ah no? Dime
algo… ¿A que si no hubieras descubierto lo de Michael con Paula, no habrías
venido? Dime la verdad.
Rebeca: No… no lo
sé… yo…
John: No habrías
venido. Mira Rebeca… somos amigos, pero me dejaste bien claro que no podría
haber nada entre nosotros. Y que conste que la primera que me besó fuiste tú
aquel día. ¿Recuerdas? Fuiste tú quien empezó todo esto.
Rebeca: Pero yo
jamás engañaría a mi marido con otro hombre, no soy de esa clase de mujeres, yo
no soy como Michael.
John: ¿Robarme un
beso no te parece infidelidad? No te entiendo, la verdad.
Rebeca: No compares
por favor, Michael se estaba revolcando con esa zorra.
John: ¿Por qué te
importa tanto lo que haga tu esposo si parecías sentir algo por mi, me puedes
explicar?
Rebeca: Ni yo misma
sé qué me pasó contigo… lo siento. Creo que no fue buena idea venir, es mejor
que te vayas.
John: Claro, ahora…
Rebeca: Por favor
no te enfades conmigo, es lo que menos quiero en este momento.
John: Si me quieres
como amigo como amigo me tendrás pero nada más, Rebeca. ¿Está claro? (Pensando:
Aunque me muera de ganas de volver a besarte…)
Rebeca: Está bien,
John, y lo respeto. Perdóname.
John: Voy a ver si
puedo recuperar mis maletas, acababa de facturar…
Rebeca: ¿Pero y tu
empleo en Dubai?
John: Eso ya no
importa, puedo seguir en el hospital de Toronto, si es que me das la
oportunidad de volver, claro.
Rebeca: Por eso no
te preocupes… De verdad. (Sonríe más calmada)
INT. / APARTAMENTO
DE STEVEN, SALÓN / DÍA
Steven está
hablando con su madre. Doña Cheryl ha ido a visitarle. Ambos charlan de pie en
la sala.
Cheryl: ¿La
mataste? Es lo que se merecía esa zorra.
Steven: Hice que
todo pareciera un suicidio.
Cheryl: Perfecto…
Espero nadie sospeche de la verdad. Con lo del viejo Edward todo salió como
planeábamos. Tu hermano Michael estaba harto de ese estorbo. Lo malo es que
ahora la idiota de Rebeca es la nueva directora del hospital. ¿Sabías?
Steven: No creo que
por mucho tiempo. Acabo de hablar con Michael por teléfono.
Cheryl: ¿Qué te
dijo tu hermano?
Steven: Que quiere
que nos reunamos los tres. Michael está interesado en comprar el hospital.
Cheryl: ¿Comprar el
hospital? ¿Se volvió loco? No tenemos tanto dinero.
Steven: Michael
quiere sacar a Rebeca de allí. Al parecer le pilló con la tal Paula esa en la
cama.
Cheryl: ¿Quéee?
¿Qué Rebeca les encontró…? Lo sabía, sabía que tarde o temprano iba a pasar…
Michael es un imbécil.
INT. / CASA HASSAN,
SALÓN / DÍA
Paula llega a casa
de Bárbara, la mexicana abre la puerta con sus llaves y al entrar descubre el
cuerpo sin vida de la mulata sobre un charco de sangre en el suelo. Paula
comienza a chillar y dar gritos, muy asustada.
Paula: ¡AHHHHHH!!!!
¡AHHHHHHHHHH!!!! ¡BÁRBARA!!! ¡Dios mío!!! ¡Socorrooooo!!! ¡Ayudaaaaaaaaa!!!!
¡Mataron a mi amigaaa!!!
Los vecinos
escuchan los gritos y salen a ver que ocurre. Acto seguido uno de ellos llama a
la policía.
INT. / CASA
QUINTANA, SALÓN / DÍA
John llega a casa
de los Quintana pero no hay nadie, como sabemos se han ido de fin de semana.
Rebeca le acompaña y ambos entran a la casa.
Rebeca: ¿No están
Kate y Richard?
John: No, tenían un
viaje fuera de la ciudad, no vuelven hasta el domingo. No sé si llamarles y
decirles que estoy aquí.
Rebeca: Lo siento,
todo es por culpa mía. Me siento fatal por lo que hice. Ahora estarías en ese
avión ya volando a Dubai.
John: Siéntate
Rebeca, tenemos que hablar.
Ambos se sientan en
el sofá.
Rebeca: Siento todo
esto, John, de veras que yo no quería hacerte daño.
John: Aquel día me
besaste, me hiciste sentir que te gustaba, que sentías algo por mí. Y luego
cuando fui yo quien te besó me hiciste sentir todo lo contrario.
Rebeca: Pero ya
sabes por qué…
John: ¿Te puedo
preguntar algo? Y quiero seas sincera conmigo.
Rebeca: ¿El qué?
John: ¿Sigues
queriendo a Michael?
Rebeca: No lo sé,
hasta hace poco pensaba que si pero… de un tiempo acá todo cambió entre los
dos. Michael ya no era el hombre con el que me casé.
John: Eso mismo me
pasó a mí con Bárbara. Ya no la reconocía.
Rebeca: Tú me
gustas John pero… pero yo estoy casada y…
John: Ya lo sé.
Nunca debimos mezclar la amistad con algo más. Fue un error por parte de los
dos. ¿No crees?
Rebeca: Tal vez
tengas razón…
Pero nuestra pareja
protagonista se mira sin decir nada, en silencio, ambos se ven a los ojos, y es
que no pueden evitar sentir una fuerte atracción el uno por el otro. En ese
momento John se lanza a besarla. Rebeca se deja llevar.
Rebeca: ¡No John,
por favor, no!! (Nerviosa, avergonzada)
John: Lo siento, no
lo puedo evitar… No puedo estar cerca de ti y no sentir todo esto. (Se levanta
del sofá) No puedo.
Rebeca: ¿Qué es lo
que sientes, John?
John: Que quiero
estar contigo, quiero… (Avergonzado) Olvídalo… no dije nada.
Rebeca: Yo siento
lo mismo, hace tiempo que siento eso cuando estoy cerca de ti pero… si no me
atrevía era por… porque ambos estábamos comprometidos con otras personas.
John: Esto no puede
ser… no debemos.
Rebeca: Será mejor
que me marche… Te dejaré sólo. ¿Sí?
Ella se dispone a irse pero entonces John la toma del brazo, la da la
vuelta hacia si y la besa apasionadamente. Una vez, y otra más… Ambos se funden en un cálido abrazo
mientras se besan sin descanso en la sala de la casa. John comienza a
desabrocharle la blusa y ella hace lo mismo con su camisa pasando sus manos por
todo su pecho. Ella se deja recorrer el cuello, el escote y siguen
desvistiéndose rápidamente. John y Rebeca sienten unos deseos irrefrenables de
estar juntos, de sentirse, de hacer el amor.
Finalmente terminan sobre el sofá, John le quita el sujetador y
empieza a recorrer sus senos con sus manos, sus labios. Ambos se besan una y
otra vez sin descanso, abrazados en ese sofá. Rebeca le desabrocha el cinturón,
baja el cierre del pantalón… Finalmente quedan completamente desnudos, amándose
sin medida. Rebeca y John comienzan a hacer el amor, primero muy despacio, poco
a poco él aumenta el ritmo, se entrelazan las manos mientras hacen el amor.
Ella se deja llevar por la pasión, John la hace su mujer una y otra vez. Rebeca
no puede más, le abraza la espalda hasta que al fin terminan casi a la vez,
exhaustos, besándose más y más.
Poco después, abrazados en el sofá, de lado, John detrás de ella,
conversan.
Rebeca: Te quiero… (Sonríe entre lágrimas)
John: Y yo a ti… ¿Te arrepientes de lo que hicimos?
Rebeca: No… claro que no… De hecho…
John: ¿Qué ocurre Rebeca? (Le acaricia el cabello)
Rebeca: Creo que me estaba negando a mí misma lo que sentía… trataba
de evitar esto pero… fue más fuerte que yo.
John: A mi me pasaba igual… cuando estaba contigo sentía ganas de
besarte, abrazarte… de hacerte mía. (Besándola por el cuello)
Rebeca: Nunca me había sentido así con nadie, John… Eres tan especial.
(Volteando le da un beso en los labios)
John: ¿Qué va a pasar ahora?
Rebeca: No lo sé… no…
John: De verdad… ¿Me quieres?
Rebeca: De verdad, no quiero pienses que… que fue por lo de él… porque…
John: Lo sé… ¿Sabes algo? El día que nos quedamos encerrados en tu
despacho… No sé como me contuve para no hacerte el amor en tu escritorio.
Rebeca: Jajaja. ¡John!!!
(Avergonzada) Me vas a poner roja, tonto.
John: Es que me tenías loco, lo siento… (Sonríe tierno)
Rebeca: Y tú a mí… Solo con que me rozaras sentía que una electricidad
recorría todo mi cuerpo.
John: ¿En serio, mi amor?
Rebeca: Repite eso…
John: ¿En serio, mi amor?
Rebeca: Me gusta que me digas mi amor… (Sonríe ilusionada)
John: (Sonríe) No sé que me pasa contigo… jamás sentí todo esto. Ha
sido maravilloso estar juntos. De verdad.
Rebeca: Para mí también, John. Pero ahora me da miedo lo que pueda
pasar, no quisiera que Michael se enterara de lo nuestro, al menos no todavía.
John: El se estaba tirando a esa Paula a tus espaldas, no estamos
haciendo nada malo.
Rebeca: Ya pero… ya sabes como es la sociedad de machista. Incluso en
este país.
John: Está bien, será como quieras… No le diremos nada a nadie.
Cambiando de tema… ¿Quieres… ducharte conmigo? (Sonríe, le guiña un ojo)
Rebeca: Jajaja. ¿Qué pasó? ¿Qué quieres más?
John: Pero que mucho más… (La besa de nuevo y sonríe)
Rebeca: Ay que voy a hacer contigo…
(Sonríe, se besan otra vez)
INT. / COCHE DE RICHARD / NOCHE
La familia Quintana está a punto de llegar a la casa rural donde van a
pasar el fin de semana, a varias horas de viaje de Toronto. En ese momento
suena el móvil de Kate, ella contesta. Richard va al volante y Cinthia en el
asiento de atrás del auto.
Kate: ¿Sí, dígame?
Paula: ¡Kate, soy Paula! (Nerviosa)
Kate: Hola Paula… ¿Te pasa algo? Te noto la voz…
Paula: ¡Bárbara se suicidó, Kate!!! ¡Se pegó un tiro en la cabeza!!!
Kate: ¿Quéeee? (Horrorizada) ¡Oh my Gooooddd!!!
Richard: ¿Qué sucede mi amor? (Preocupado)
Kate: Es Paula, Bárbara se quitó la vida.
Richard: ¿Qué? (Alucinado)
Cinthia: Ay Dios mío… ¡No puede ser!!!! (Asustada)
Richard: Tienes que llamar a John… Tiene que saberlo.
Kate: A esta hora estará en el avión, no creo que pueda usar el móvil.
Richard: ¡No importa, tiene que saberlo!!! ¡Apúrate!!! Voy a dar la vuelta, volvemos a la ciudad.
Cinthia: Bárbara se volvió loca, papá…
Kate: Jamás imaginé que sería capaz de algo así y todo porque John la
dejó… No me quiero imaginar la cara que va a poner tu padrino cuando lo sepa,
cariño.
INT. / MANSIÓN WINCHESTER, SALÓN / NOCHE
Michael, Cheryl y Miriam están cenando, los tres son atendidos por
Betty.
Betty: ¿Más crema de calabacín, señora?
Cheryl: No Betty, gracias.
Michael: Pásame el pan, mamá.
Cheryl: Toma… ¿Y Rebeca, no va a venir?
Miriam: ¿Dónde está mi mamá, papá?
Michael: Tu madre y yo discutimos, Miriam, cosas de parejas… No te
preocupes.
Cheryl: Ya sé por lo que discutieron, Steven me lo contó.
Miriam: ¿Apareció el tío Steven? ¿Dónde estaba?
Michael: Eso no es asunto tuyo, Miriam, cena y calla.
La niña hace silencio.
Cheryl: Sabía que algo así pasaría tarde o temprano y no me hiciste
caso, Michael. Te lo dije.
Michael: Ya cállate mamá, por favor, no es el momento.
INT. / CASA QUINTANA, CUARTO DE BAÑO / NOCHE
John sale de la ducha en toalla, dentro aún está Rebeca. En ese
momento suena su teléfono móvil sobre una mesita. John contesta. Es Kate desde
el coche de los Quintana.
John: ¿Sí, Kate?
Kate: ¡John!! Qué bueno que contestas… ¿Estás en el avión?
John: Este… yo… (Nervioso)
Kate: Da igual… llamo para darte una mala noticia. Es sobre Bárbara.
John: ¿Qué pasó con ella? No me digas que te llamó para molestarme
otra vez…
Kate: No, John, mucho peor… Bárbara se suicidó.
John: ¿Quéeee? (Alucinado, dejando caer el móvil al suelo)
Rebeca: ¿Qué ocurre, John? (Saliendo de la ducha en toalla al cuerpo)
John: Bárbara… Bárbara se quitó la vida, Rebeca.
Rebeca: ¡Oh Dios míoooo!!! (Asustada, nerviosa)
Al otro lado del teléfono…
Kate: ¿John? ¿Estás ahí, John?
El médico toma el móvil y contesta de nuevo.
John: Sí, disculpa, se me cayó el teléfono. ¿Pero estás segura de lo
que dices?
Kate: Si, al parecer Paula la encontró. Se pegó un tiro en la cabeza.
Horrible.
John: ¿Dónde están ustedes?
Kate: Camino de Toronto, nos regresamos a casa.
John: ¿Quéeee? Tengo que dejarte, luego hablamos… (Cortando la
llamada)
Rebeca: ¿Qué pasa John?
John: Richard, Kate y Cinthia vienen para acá, tienes que irte, no te
pueden ver aquí conmigo. Voy a vestirme, date prisa… ¡Corre!
Rebeca: ¡No puede ser!!! (Sale corriendo del baño)
INT. / MANSIÓN WINCHESTER, SALÓN / NOCHE
Rebeca llega a su casa casi de madrugada, la joven se encuentra con su
marido en la sala.
Michael: ¿Se puede saber de donde vienes, Rebeca? Mira la hora que es,
estábamos preocupados por ti. Casi llamo a la policía.
Rebeca: ¿Y para qué Michael? Si total yo no te importo nada, ya me di
cuenta. ¿Pero sabes qué? Que ya me da igual si te has acostado con Paula o con
cuarenta más, no me importa.
Michael: ¿Ah no? ¿Quieres decir que me perdonas?
Rebeca: Jajajaja. Ay por favor, no me hagas reír. Lo nuestro se acabó.
Esta noche duermes en el cuarto de invitados. ¿Te queda claro?
Michael: ¿Estás de broma, verdad? Esta es mi casa, no puedes…
Rebeca: ¿Perdóoon? Esta casa era de mi padre, y por tanto mía. Así que
mañana mismo te quiero fuera de aquí, y a tu madre también por supuesto.
Michael: Te volviste loca…
Rebeca: Haberlo pensado antes de engañarme con esa zorra de Paula, que
por cierto ya hablaremos ella y yo.
Michael: Quieres guerra, pues muy bien, Rebeca, guerra tendrás.
Rebeca: Por supuesto, es más, quiero el divorcio. (Se va, subiendo las
escaleras)
Michael: Desgraciada… Seguro ya fuiste a contarle todo a tu amigo el
moro… maldita zorra. (Soberbio y enojado) Me recriminas a mí lo de Paula y a
saber lo que andas haciendo tú con ese imbécil, ahora bien, como descubra que
tienes algo con ese árabe de mierda, te juro que lo mato. Los mato a los dos.
INT. / MANSIÓN QUINTANA, SALÓN / NOCHE
Los Quintana hablan con John, acaban de llegar a la casa.
John. Siento no haberles dicho nada por teléfono.
Richard: ¿Pero no y que te ibas a Dubai? ¿Qué haces acá?
John: Lo pensé mejor en el aeropuerto y… bueno… ¿Qué pinto yo allá?
Cinthia: ¡Padrino!!! (Se abrazan)
Kate: Me parece que es la mejor decisión que podrías haber tomado,
John.
Richard: Bueno pues nada… de vuelta a gorronear…
John: No me digas eso, pronto me busco un apartamento.
Richard: Era una broma… ¿Vas a hablar con la policía sobre lo de
Bárbara?
John: Si, de hecho ahora mismo salgo para comisaría.
Richard: Te acompaño…
AL DÍA SIGUIENTE
INT. / MANSIÓN WINCHESTER, COCINA / DÍA
Rebeca le cuenta a Betty la infidelidad de su marido. Nuestra
protagonista termina de tomarse un vaso de leche mientras la criada friega unas
tazas.
Betty: Ay señora, lo siento mucho…
Rebeca: No lo sientas, porque ya no me importa, ese desgraciado me las
va a pagar, y esa zorra de Paula también.
Betty: Usted que le abrió las puertas de su casa, tan agradecidos que
estábamos con ella por lo de ser la donante para la niña y…
Rebeca: Pues para que veas que no puede uno fiarse de nadie. Esa mujer
es una cualquiera, gracias a Dios que Miriam no la tenga como madre.
Betty: Yo que usted señora andaría con ojo ahora…
Rebeca: ¿Por qué lo dices?
Betty: Porque nunca se sabe, esa mujer puede tener otras intenciones
aparte de querer quitarle el marido, señora Rebeca.
Rebeca: ¿De qué diablos estás hablando?
Betty: De que no me gusta nada esa Pauloska, cuando la conocí no me
cayó bien, a poco y vino a Canadá no más a quitarle también a la niña.
Rebeca: ¿Quéee? Ay no, Betty, eso si que no porque antes de que se le
ocurra algo así a esa desvergonzada, soy capaz de todo. ¿Me oyes? Miriam es mi
hija. ¡MI HIJA!!! (Enojada)
CONTINUARÁ…
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