viernes, 20 de noviembre de 2015

Capítulo 11

HERIDAS DEL CORAZÓN
CAPÍTULO 11: NO SIN MI HIJA




TORONTO, CANADÁ
EXT. / CEMENTERIO DE TORONTO / DÍA

En el camposanto de la ciudad canadiense, se realiza el entierro de Bárbara. Como recordaremos la mulata fue asesinada por Steven, pero todo el mundo piensa que fue un suicidio. Ante la tumba de Bárbara todos guardan silencio mientras dos operarios del cementerio terminan su trabajo. Al terminar…

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John: La policía me dio esta nota… al parecer la encontraron en la casa, sobre una mesa.

Rebeca: ¿Qué dice la nota?

John: Lee si quieres… (Se la da)

En la nota, Rebeca lee lo siguiente:

Rebeca: “Adiós mi amor, siempre te amaré. Bárbara”. Oh Diosito… (Asustada)

Kate: Es una despedida, Rebeca. Bárbara se suicidó y se quería despedir de John, eso es todo. Creo que lo único que buscaba esa mujer era hacerle sentir mal.

John: Y lo logró… (Triste y apenado)

Richard: No, olvida eso, John. Esa mujer perdió la cabeza, era una celosa compulsiva, estaba enferma.

Betty: Yo todavía no sé como pudo llegar a cometer tal brutalidad. ¿Pero en qué demonios estaba pensando?

John: No lo sé, Betty, la verdad que me siento tan culpable de todo esto…

Miriam: No digas eso John, no fue tu culpa.

Cinthia: Claro que no padrino… no te sientas mal.

Rebeca: Las niñas tienen razón, John. Tú… bueno ibas a divorciarte de tu mujer, tu no la obligaste a hacer lo que hizo.

Richard: Así es, John. Bárbara perdió el juicio… No tienes que sentirte culpable.

Betty: ¿Están seguros de que se suicidó?

Kate: Sí… Eso dijo la policía, Betty. ¿Por qué?

Betty: Porque yo he leído muchas novelas de Agatha Christie, nena, y me las sé todas.

Rebeca: ¿De qué hablas Betty? No te entiendo. ¿A dónde quieres llegar?

John: Creo que Betty tiene razón… ¿Y sí no fue un suicidio?

Betty: ¡Exacto!

Richard: ¿Están pensando que la mataron?

Kate: Ay por favor… eso sería mucho peor…

Rebeca: Si la policía dijo que se mató ella misma no hay asesinato.

John: A no ser que… a no ser que quien lo hizo tuviera un plan premeditado. ¡Claro! ¡Betty eres más lista que el hambre!

Betty: ¿No se lo dije doctorcito? Hay que hablar con la policía, que investiguen bien.

Rebeca: Dios mío… ¿Pero de ser así, quién le querría hacer daño a Bárbara, quién?

John: No lo sabemos pero hay que averiguarlo…

En ese momento aparece Paula, quien como sabemos era amiga de la difunta. La mexicana se acerca al grupo de gente, todos la miran.

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Rebeca: ¿Se puede saber qué haces tú aquí, descarada?

Paula: Oye guapa, vine en son de paz, yo conocía a Bárbara, apenas llevábamos unos días compartiendo apartamento.

Kate: ¿Me pueden explicar que sucede entre ustedes?

Rebeca: Que se los cuente esa golfa…

Richard: ¿De qué hablas, Rebeca?

Betty: Ay mi madre… que aquí se va montar la de Dios es Cristo…

Miriam: No entiendo nada… ¿Qué pasa mamá, por qué le hablas así a Paulita?

Rebeca: ¿Paulita? Aquí donde la ves… Esta mujer… tiene un lío con tu padre.

Miriam: ¿Quéeee? (Alucinada)

Cinthia: No puede ser…

Paula: No vine para discutir contigo Rebeca, vine a darle el pésame a John. Lo siento mucho guapo… de verdad. Barbie era un gran mujer. (Le da un abrazo)

Es la primera vez que John y Paula se ven en persona, no se conocían hasta ahora. La mexicana le abraza y Rebeca siente que se muere de los celos pues la conoce bien ya.

John: Gracias… pero no debías haberte molestado. En serio.

Rebeca: ¿Has terminado, Paula? Hala… largo.

Paula: Qué grosera eres… Lo siento John, no pretendía incomodar a nadie con mi visita. (Pensando: Está guapísimo el condenado, mucho mejor que el imbécil de Michael, donde va a parar)

Richard: Si has terminado, Paula, te agradeceríamos que por favor…

Paula: Ya, ya me voy… que maleducados son…

Miriam: ¿Paula, es cierto lo que dijo mi mamá?

Paula: Si mi vida, lo siento… Tu padre y yo, tenemos una relación, Michael me ama y yo a él.

Rebeca: ¡Eres una embustera! ¡Tú lo único que buscabas era revolcarte con mi marido! ¡Tú no sabes lo que eres querer a nadie!

Kate: Ya, Rebeca, cálmate que te va a dar algo.

Paula: Eso digo yo, querida… Deja ya la histeria. ¿Quieres? Mira Miriam, cariño… hay algo que debes saber y creo que ya es tiempo de ello.

Rebeca: No se te ocurra decirle a mi hija…

Paula: ¡Miriam no es tu hija, y lo sabes!!!

Escuchamos música incidental, todos hacen silencio. Miriam se queda petrificada al escuchar a Paula.

Rebeca: ¡No te permito que! (Se lanza a sacudirla pero John la sujeta)

John: ¡Por favor Rebeca, contrólate!

Paula: Lo que oyes Miriam… Rebeca no es tu madre, tu verdadera madre… soy yo.

Miriam: No… no puede ser… ¡No!!

Rebeca: ¡Cállate Paula, eso no es cierto!!!

Paula: ¡Claro que lo es!! Miriam es mi hija. ¡Mi hija! Yo la parí. ¡YOOO!!!!! Michael y esta te adoptaron cuando eras una bebé, cariño.

La mexicana, soberbia, deja a todos en silencio. Miriam no sabe que decir, Rebeca, muy enojada, es sujetada por John, pero ganas no le faltan de agredir a Paula.


INT. / APARTAMENTO DE STEVEN, SALÓN / DÍA

Michael está reunido con su madre y su hermano Steven. Los tres conversan sentados a una gran mesa.

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Steven: ¿Tu mujer te pidió el divorcio? Jajaja.

Michael: No te rías Steven, que no tiene ninguna gracia, imbécil.

Cheryl: Ya, por favor, no hace falta que discutan, ya no son niños chiquitos, por favor.

Steven: Es que a quién se le ocurre liarse con esa tipa en casa. ¿Qué pensabas que Rebeca no te iba a descubrir?

Cheryl: ¿Qué vas a hacer Michael?

Michael: No pienso darle el divorcio a Rebeca. Ni hablar.

Steven: ¿Pero vas a seguir con Paula o no?

Michael: No lo sé… no sé que voy a hacer. La verdad que no lo sé.

Cheryl: ¿Sigues pensando en comprar el hospital? Creo que sería una buena inversión hijo, pero dudo mucho que podamos hacer frente a ello.

Michael: Tengo varios contactos en el ministerio de sanidad. Si Rebeca sigue insistiendo en divorciarse, no solo la voy a dejar sin trabajo, sino sin casa y sin la niña.

Steven: ¿Sin casa? La casa era del viejo Edward.

Michael: La casa tiene una hipoteca que pagar todavía, tengo un amigo en el banco que me va a ayudar con ello. Quiero verla en la calle, y por supuesto que mi hija se va a venir a vivir conmigo. No más faltaba.

Cheryl: Eso no lo veo yo tan fácil, los jueces siempre dan la custodia a la madre en caso de divorcio.

Michael: Tú no sabes de lo que puedo ser capaz, mamá. Rebeca quiere guerra y guerra va a tener, eso está claro.


EXT. / CEMENTERIO DE TORONTO / DÍA

Paula sigue molestando a Rebeca, todos los presentes no saben que hacer. La pequeña Miriam mira a su madre y a Paula, completamente confundida.

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Paula: Esa esa la puritica verdad, Miriam. Tus padres te adoptaron cuando eras muy chiquita y por eso no te acuerdas pero yo fui quien te dio a luz.

Rebeca: ¿Cómo has podido hacernos algo así, Paula? ¿No te bastó con quitarme a mi marido que ahora quieres arruinarle la vida a mi hija?

Paula: ¡Miriam no es tu hija! ¡No lo es!

Miriam: ¿Es eso cierto? ¿De verdad tu eres mi mamá, Paula?

Rebeca: No la hagas caso, esta mujer está loca, cariño.

Paula: Por supuesto que no estoy loca, aquí la loca es otra, querida. Las pruebas de ADN no mienten. Mira Miriam, si vine a Canadá fue porque me enteré que necesitabas ese trasplante y yo era la única que podía ayudarte, porque ni Michael ni Rebeca son tus padres biológicos.

Miriam: No entiendo nada…

John: Ya por favor, es mejor que dejen esta discusión para otro momento. ¿No ven que esto le hace daño a la niña?

Rebeca: Esta mujer no tiene respeto por nada ni por nadie, John. No le bastó con lo que hizo parece ser.

Paula: Miriam es mi hija, te guste o no, y te juro por Dios que la voy a recuperar.

Rebeca: ¡ESO SERÁ POR ENCIMA DE MI CADÁVER! ¿Me oyes Paula? ¡Sobre mi cadáver!!!

Paula: Ya veremos Rebeca, ya veremos… Pero en cuanto inicie una demanda legal para recuperar a mi hija, vas a saber quien soy yo.

Rebeca: Lo tenías todo calculado desde que llegaste a este país… ¡Tú no quieres a la niña! ¡Tú lo único que quieres es el dinero de Michael! Eres una interesada.

Paula: Piensa lo que te de la gana…

Rebeca: Eres una desgraciada…

Paula: No pienso rebajarme a tu nivel, ni hablar… Pronto tendrás noticias mías. Buenos días. (Se marcha)

Rebeca: ¿Pero ustedes han visto? Esa mujer es una bruja. Miriam, cariño, no hagas caso de esa mujer. Sólo quiere destruirnos.

Miriam: Quiero que me digas la verdad. ¿Paula es mi mamá?

Rebeca: Ella te parió sí, pero yo soy tu madre, cariño, yo quien te ha criado todos estos años.

Miriam: ¿Y por qué no me dijeron nada? ¿Por qué me engañaron todos estos años?

John: Miriam… tu madre no quería que sufrieras, eso es todo.

Richard: Así es, pequeña.

Miriam: ¿O sea que todos lo sabían menos yo? No me lo puedo creer… (Molesta)

Rebeca: Hija… Esa mujer enredó a tu padre, y ahora quiere quedarse contigo. ¿No lo entiendes?

John: Será mejor que vuelvan a casa, imagino tienen mucho de que hablar. Nosotros nos marchamos, verdad Richard.

Richard: Sí, mejor nos vamos. Kate, Cinthia…

Betty: Yo voy con ustedes doña Rebeca. La verdad que esa Paula me ha revuelto el estómago…


INT. / COMISARÍA / DÍA

John y Richard conversan con un agente de policía acerca del supuesto suicidio de Rebeca.

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John: Por favor, tienen que investigar la muerte de mi esposa. Creemos que no fue un suicidio, ella nunca haría algo así.

Policía: ¿Ustedes se iban a divorciar, verdad? Eso fue lo que nos dijo anoche en su declaración.

John: Si pero yo conocía bien a Bárbara, y no sería de la clase de mujeres en matarse.

Richard: Alguien la mató, agente. Bárbara nunca se quitaría la vida.

Policía: La verdad que todo apunta a que fue un suicidio pero si ustedes piensan que no fue así… Está bien hablaré con mis superiores a ver que se puede hacer. De todas formas no encontramos pruebas que incriminasen a nadie.

John: Algo deben de poder hacer, si fue un asesinato, el autor aún está por ahí libre.

Policía: Pero es que nada indica que fuera un asesinato. Son puras suposiciones de ustedes dos.

Richard: Por favor agente, tienen que abrir el caso, es muy importante que realmente sepamos si Bárbara se suicidó como parece o si la mataron. ¿Entiende?

John: ¿Están completamente seguros de que no fue un asesinato? ¿Seguros?

Policía: No hay nada cien por cien seguro pero todo apunta a que Bárbara se quitó la vida por su propia voluntad. La pistola estaba en su mano derecha, no se hallaron huellas dactilares de otras personas en el arma ni en el cuerpo.

John: Un momento… ¿En la mano derecha?

Policía: Sí… ¿Por qué?

Richard: Porque Bárbara era zurda, agente, zurda.

John: Es imposible que se pegara un tiro con la mano derecha.

Policía: ¿Están seguros de lo que dicen? ¿La víctima no era diestra?

John: No… era zurda, se lo puedo asegurar.

Policía: Entonces ese dato lo cambia todo… Tenían razón, puede que no fuera un suicidio.


INT. / RESTAURANTE / NOCHE

Michael está cenando con Paula, ambos conversan sentados a la mesa.

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Paula: Tuve que decirle la verdad a la niña, lo siento.

Michael: ¿Te volviste loca, Paula? ¿Quién te dio permiso para hacer algo así?

Paula: Miriam es mi hija, Michael y si te vas a divorciar de Rebeca, no pienso dejar que mi hija viva con esa mujer. ¿Estamos?

Michael: Miriam no debería haberse enterado de esa manera. Debiste haberme consultado antes.

Paula: Rebeca me saca de quicio… lo siento. No la soporto. Todavía no he olvidado el tirón de pelos que me dio ayer. Pero esto no se va a quedar así.

Michael: No pienso darle el divorcio a Rebeca.

Paula: ¿Entonces qué demonios quieres? ¿Qué siga siendo tu amante? No Michael, ni hablar… No pienso seguir así. O te divorcias de Rebeca para estar conmigo o te juro que no me vuelves a ver en la vida. ¿Está claro?

Michael: Pero Paula…

Paula: Pero nada… Tú verás lo que haces, pero no pienso seguir siendo la otra. O me das mi lugar o esto se termina pero ya.

Michael: Mmm… (Molesto) Está bien, está bien. Pero la niña vivirá con nosotros, por supuesto.

Paula: Eso espero… Además, te quería comentar algo.

Michael: ¿Qué ocurre?

Paula: En el funeral de Bárbara vi muy cercanos a tu mujer y el tal John Hassan. Para mí que esos dos son algo más que amigos, Michael, que tonta no soy.

Michael: ¿Qué? ¿Estás segura de lo que dices?

Paula: Si podemos demostrar que tu mujer te era infiel con ese hombre, sería la excusa perfecta para quitarle la custodia de la niña.

Michael: En el juicio Rebeca alegaría que soy yo el infiel, de hecho nos encontró juntos en la cama, Paula.

Paula: Algo tenemos que hacer, y pronto, Michael. Pronto.


UN MÉS DESPUÉS

Ha pasado un mes desde que Michael y Rebeca se separaron de hecho pero no legalmente. Ahora viven en casas diferentes. El villano vive con su madre y su hermano Steven, mientras que Rebeca continúa en la casa de siempre junto con Miriam y Betty.

INT. / AYUNTAMIENTO DE TORONTO, DESPACHO DE MICHAEL / DÍA

Michael es felicitado por su madre, así como por Paula y Steven. El villano ha ganado las elecciones municipales y ha salido relegido alcalde de la ciudad nuevamente.

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Cheryl: Felicidades, mi amor. Te lo merecías. Eras el mejor candidato.

Steven: Todo el mundo sabe lo que has hecho por esta ciudad durante todos estos años, hermano.

Michael: Gracias familia… estoy muy contento de seguir al frente de este ayuntamiento.

Paula: He reservado mesa en un restaurante para cenar los cuatro juntos esta noche. ¿Qué te parece?

Michael: Perfecto, mi amor… Tú siempre piensas en todo. (Se besan)

Paula: Te amo, Michael. (Se besan de nuevo)

Cheryl: Bueno tortolitos… tengo que dejarles, se me hace tarde. Quedé con unas amigas para jugar al bingo esta tarde. Nos vemos en la noche.

Michael: Chao mamá…

Paula: Hasta luego Cheryl.

Steven: ¿Se te ofrece alguna cosa, Michael? Yo voy de salida.

Michael: Ok, Steven, ya hablamos en casa. Puedes retirarte si quieres.

Steven: Chao…

Cuando Michael y Paula se han quedado sólos…

Paula: ¿Ya tienes los papeles del divorcio, mi amor?

Michael: Mi abogado está en ello, vamos a solicitar la custodia de Miriam.

Paula: Perfecto…

Michael: Tú eres su madre biológica y la justicia seguro se pondrá de tu lado, conozco un juez que nos puede ayudar con eso, mi amor. (Se besan)

Paula: Eso espero, Michael, eso espero… (Pensando: Al fin voy a ser una mujer rica y poderosa, la esposa de un alcalde, casi nada…)

Michael: En cuanto tenga el divorcio de Rebeca, te prometo que nos casaremos.

Paula: No veo el momento de que eso suceda, mi amor… (Se besan de nuevo)


INT. / MANSIÓN WINCHESTER, SALÓN / DÍA

Rebeca y John conversan en la sala de la casa, ella le muestra una carta.

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John: ¿Esto es una broma verdad?

Rebeca: Ya ves que no… Michael reclama la custodia de la niña. Si quiero el divorcio será con esa condición.

John: Pero no creo que un juez le conceda lo que pide, tú eres la madre de la niña, Rebeca.

Rebeca: Si pero Michael tiene muchos contactos y buenos abogados, estoy segura hará algo para ganar el juicio.

John: Eso no va a pasar, Miriam no se va a ir con ese imbécil y con su amante.

Rebeca: Paula ha interpuesto una demanda alegando que es la madre biológica de la niña. ¿Si todo eso prospera que voy a hacer?  No quiero que me quiten a mi hija, John.

John: No te la van a quitar… por muy madre biológica que sea Paula, ella abandonó a Miriam en un orfanato, nadie le daría la razón ahora.

Rebeca: ¿Pero y Michael? Legalmente él es su padre, John. Michael hará lo imposible por ganar la custodia de Miriam.

John: Tenemos que evitarlo… Voy a contratar un buen abogado, conozco alguien que nos puede ayudar, un viejo amigo mío. Si Michael y Paula quieren guerra, guerra tendrán.


EXT. / CALLE / DÍA

Steven se dispone a subir a su coche cuando es abordado por dos agentes de policía.

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Policía1: ¿Steven Winchester?

Steven: Sí, yo soy… ¿Sucede algo, agente? Si es por que dejé el coche mal aparcado…

Policía2: Queda usted arrestado por el asesinato de Bárbara Hassan.

Steven: ¿Quéee? (Le ponen las esposas) ¡Yo no he hecho nada, tiene que haber un error!!

Policía1: Tiene derecho a permanecer en silencio, cualquier cosa que diga podrá ser usada en su contra en un tribunal. Tiene derecho a un abogado…

Los dos policías se llevan a Steven detenido y lo obligan a entrar al coche patrulla para llevarlo a comisaría. Al parecer han encontrado pruebas que le situarían en la escena del crimen.


CONTINUARÁ…

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