martes, 10 de noviembre de 2015

Capítulo 6

VOLVER A QUERER
CAPÍTULO 6: LA OFERTA


Hoy con la actuación especial de
Billy Slaughter como Oscar





TORONTO, CANADÁ
INT. / CASA QUINTANA, SALÓN / NOCHE

Bárbara interrumpe la fiesta… ya no suena la música. Todos la miran sin entender su reacción.

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John: ¿Bárbara? ¿Se puede saber que haces tú aquí? Pensé no llegabas hasta mañana.

Bárbara: No me cambies de tema, John… Quería darte una sorpresa pero vaya que la sorpresa me la he llevado yo.

Kate: ¿Quién te abrió la puerta?

Richard: Eso mismo me pregunto yo…

Cinthia: Fui yo, mami, lo siento… La música estaba muy alta y no escucharon el timbre.

Miriam: Eres tonta, Cinthia… (Molesta)

Bárbara: ¿Me puedes decir que haces bailando con esta? (Mirando mal a Rebeca, muy celosa)

Rebeca: Oye guapa yo no soy esta, tengo nombre.

Bárbara: ¡Te digo como me da la gana, Rebeca! ¿Está claro?

John: Ya por favor no discutan…

Betty: Ay mi madre, que aquí se va a armar la de San Quintín…

Bárbara: ¡Usted cállese vieja cacatúa! Ahora mismo nos vamos para la casa, se terminó la fiesta John.

John: No me da la gana. Yo de aquí no me voy a mover y menos hasta que no le pidas disculpas a Rebeca y a Betty.

Betty: ¡Olé mi doctorcito, así se habla! (Se burla de la mulata)

Bárbara: ¡Que se calle le he dicho! Mira John, no me hagas enfadar… Te he dicho que…

Rebeca: Creo que es mejor que nos vayamos, Miriam… Betty…

Miriam: Ay no mamá, que la fiesta apenas acaba de empezar… jooo…

John: Cinthia quería darle una fiesta a su amiga Miriam por lo del trasplante.

Bárbara: No hace falta me des explicaciones… Pero lo que si me vas a explicar es que hacías bailando tan pegado con esta… con esta… descarada.

Rebeca: ¡Mira guapa, ya me estás cansando! (Se le acerca, enojada)

John: Ya por favor… Rebeca, Bárbara… (Se interpone entre ambas)

Bárbara: Escúchame bien, piruja… si te vuelvo a ver coqueteando con mi marido te juro que me vas a conocer y no te vas a gustar. ¿Me has entendido?

Rebeca: ¡A mi no me insultas, estúpida! (Se abalanza hacia Bárbara pero John la sujeta)

John: ¡Ya basta! ¡Se acabó!

Bárbara: ¿Qué? ¿Te duele que te digan las verdades a la cara, cierto? Me gustaría saber que opina tu marido de que andes de bailoteo con otro hombre y tan feliz de la vida, cuando hace pocas semanas que murió tu padre.

Rebeca: ¿Qué tendrá que ver una cosa con la otra? Estás completamente loca… En serio, no sé que vio John en ti pero eres una amargada.

John: Creo que lo mejor es que me marche, lo siento, les pido disculpas a todos. Vámonos Bárbara… (La toma del brazo)

Bárbara: ¡Suéltame John! (Se revuelve) ¡De aquí no me voy a ir para ninguna parte!  

Kate: Qué espectáculo por favor…

Bárbara: Tú te callas Kate, que nadie te ha dado vela en este entierro.

Richard: ¡Oye tu a mi esposa no le hablas de esa manera! ¿Quién te has creído que eres para venir a mi casa a montar este show de celos? Estás mal, pero que muy mal, Bárbara.

Rebeca: Déjala Richard, ella sola se está retratando bien la clase de mujer que es.

Bárbara: (Soberbia) Al menos yo no soy una cualquiera que se anda restregando con hombres ajenos, como otras…

En ese instante, Rebeca pierde los nervios y la suelta tal bofetada que la cruza la cara en presencia de todos, escuchamos música incidental.

John: ¡Rebeca! (Alucinado)

Bárbara: ¿Cómo te atreves, desgraciada? (Furiosa se abalanza para pegarla pero John la toma de la cintura) ¡Suéltame John, que la voy a matar! ¡Que me sueltes!!!!

Rebeca: La próxima vez que me faltes al respeto vas a saber quién soy yo, Bárbara. Estás advertida.

Bárbara: ¡Estúpidaaa!!!

John: ¡Se acabóoo!!! (Se la lleva de la casa a la fuerza, ambos se marchan)

Richard: ¡Llévatela John, por favor! ¡No quiero más escándalos en mi casa!

Kate: Diosito pero que vergüenza…

Betty: Para mi que esta tipa está bebida…

Miriam: ¡Betty!! (Conteniendo la risa)

Cinthia: Jajaja.

Kate: ¡Niñas! (Regañándolas)


INT. / MANSIÓN WINCHESTER, SALÓN / NOCHE

Paula y doña Cheryl están charlando sentadas en sendas butacas. La vieja bebe de una copa de ginebra.

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Cheryl: Me extrañó que no fueras a la fiesta esa en casa de los Quintana.

Paula: La verdad no me sentía muy bien, creo que me iré a dormir, tengo un dolor de cabeza.

Cheryl: ¿Quieres una aspirina? Creo que Betty guarda algunas en su cuarto.

Paula: No se preocupe, se me pasará… ¿Y Michael? Pensé vendría a cenar con nosotras.

Cheryl: Tenía una cena con los concejales del ayuntamiento, muy pronto termina su mandato, las elecciones municipales son el mes que viene.

Paula: Entiendo… Disculpe que le pregunte una cosa, Cheryl…

Cheryl: Tú dirás, cariño…

Paula: ¿Qué profesión tiene su hijo? Bueno ya sé que ahora es el alcalde de esta ciudad y que lleva años metido en política pero…

Cheryl: Michael tiene una empresa de importación y exportación de electrodomésticos de todo tipo. La verdad que el negocio va muy bien. Michael estudió empresariales, aunque a mi me hubiera gustado que fuera médico como su padre que en paz descanse.

Paula: Ahm… qué interesante… (Pensando: Sin duda es el hombre que estoy buscando para salir definitivamente de aquel prostíbulo de mala muerte)

Cheryl: Mi difunto marido, Alan Winchester, era neurocirujano, fue director del hospital general de Toronto durante años. Después tomó el cargo el padre de Rebeca.

Paula: Entiendo…
                                                                                                            
Cheryl: Que por cierto murió no hace mucho…

Paula: ¿En serio? No sabía nada, cuanto lo siento… nadie me dijo.

Cheryl: Deja y te cuento lo que pasó… El caso es que…

Mientras doña Cheryl le cuenta la historia, Paula sigue inmersa en sus pensamientos y es que la mexicana ansía casarse con Michael para convertirse en una mujer rica y poderosa, el sueño de toda su vida. ¿Lo conseguirá?


AL DÍA SIGUIENTE
INT. / HOSPITAL DE TORONTO, CAFETERÍA / DÍA

John está conversando con un amigo y compañero de trabajo del hospital, él es Óscar. Ambos médicos charlan sentados a una de las mesas de la cafetería.

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Oscar: Siento mucho que discutieras con tu esposa, John. Pero no hagas caso, se le pasará.

John: Anoche me hizo dormir en el sofá y todo por un ataque de celos que le dio. Está loca… (Molesto) No estaba haciendo nada malo, solo bailar con una amiga.

Oscar: ¿Está guapa la amiga? (Se burla)

John: Oscar, no empieces como Richard, por favor te lo pido…

Oscar: Jajaja. Era una broma, hombre, no te enfades. Bueno cambiando de tema, como te decía antes. Están buscando gente que hable árabe. Deberías pensarlo John, esa oferta sería muy buena para ti. Yo ya tengo contrato con ellos.

John: Ya pero… ¿Dubai? Estamos hablando de irse al otro lado del mundo, Oscar. No sé… sería cambiar totalmente de vida y tendría que consultarlo con Bárbara antes de tomar una decisión al respecto.

Oscar: Claro, por supuesto.

John: ¿Y tú cuando te vas, dices?

Oscar: Pasado mañana, ya tengo el visado y el billete de avión comprado.

John: ¿Dónde vas a vivir en Dubai? ¿El hospital ese te busca alojamiento allá?

Oscar: Sí, de hecho ya tengo un apartamento alquilado en una zona muy buena para los primeros meses. Allí viven muchos extranjeros. Piénsalo, el sueldo es muy bueno y además tú aparte de nuestro idioma dominas el árabe casi a la perfección.

John: ¿Cuánto te ofrecen de salario en Dubai en tu especialidad?

Oscar: Pues... aquí ves lo que firmé en el contrato… (Le muestra un papel)

John: ¿En serio? ¿Tanto? La verdad que la oferta es bastante tentadora. Hablaré con mi mujer sobre ello.

Oscar: Cualquier duda que tengan me dices. Yo que tú no lo pensaba, sería muy bueno para tu carrera como médico pediatra. Pero bueno si dices que estás a gusto en este hospital… tú mismo. Pero allí ganarías el triple que acá, piénsalo bien John.

John: Lo haré, no te preocupes.


INT. / MANSIÓN WINCHESTER, DORMITORIO DE REBECA / DÍA

Rebeca y su marido Michael están hablando en el dormitorio conyugal. Mientras él se termina de ajustar la corbata mirándose a un espejo, Rebeca le comenta algo.

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Rebeca: ¿Cómo te fue en la cena anoche, mi amor?

Michael: Bien, muy bien, la verdad que espero salir elegido nuevamente en las municipales. Falta mucho por hacer en esta ciudad, cariño.

Rebeca: ¿Sabes? Anoche Miriam y yo estuvimos en una fiesta en casa de Kate y Richard.

Michael: ¿Ah sí? Qué bien…

Rebeca: Quería comentarte una cosa, Michael… Voy a presentarme al cargo de dirección del hospital.

Michael: ¿Qué? ¿Tú? Por favor no me hagas reír. ¿Es una broma, cierto? (Volteando hacia ella)

Rebeca: Ninguna broma, estoy hablando muy en serio. Ahora que mi padre no está creo que el hospital necesita alguien que siga su labor.

Michael: Te dije que yo estoy interesado en ese puesto, si no salgo relegido alcalde.

Rebeca: Pues por eso mismo, como aún no sabemos lo que pasará en el ayuntamiento, lo mejor es que yo asuma el cargo. El hospital no puede estar sin dirección tanto tiempo.

Michael: ¿No y que está el tal Larry de suplente mientras tanto? No veo el problema…

Rebeca: Pero Larry es cirujano y no dispone de tiempo para ese cargo. La dirección es un trabajo a tiempo completo.

Michael: Haz lo que quieras… Seguro el moro te ha metido esas ideas en la cabeza y tú como eres tonta le haces caso… Como si lo estuviera viendo.

Rebeca: Me voy, no tengo ganas de discutir… (Se marcha, muy molesta)

Michael: Directora del hospital… lo que faltaba. (Se pone la chaqueta del traje)


INT. / CASA HASSAN, SALÓN / DÍA

John llega a su casa a la hora de comer, el médico se encuentra una carta en la entrada, junto a la puerta.

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John: ¿Y esto? Que no tendrán buzón para dejar las cartas… (Tomando el sobre)

Acto seguido John abre la puerta y entra en la vivienda.

John: ¿Bárbara? ¿Bárbara estás ahí? Ya estoy en casa…

Nuestro protagonista se dirige a la cocina y una vez allí se dispone a abrir el sobre pero al ver el contenido, John se queda sin palabras. Escuchamos  música incidental.


INT. / CASA HASSAN, COCINA / DÍA

John: ¿Se puede saber que demonios es esto? (Mirando unas fotos) No… no puede ser…

Escuchamos música incidental. En las imágenes se ve a Bárbara, algo más joven, muy maquillada y provocativa, bailando casi desnuda en un club nocturno delante de varios hombres. Son fotos de su pasado como prostituta en México. John no puede creer lo que ve… Rápidamente pasa las fotos una a una, son casi una docena. El médico alucina con el contenido de dichas instantáneas. John da la vuelta a una de las fotos y ve escrito lo siguiente:

“Tu mujer fue prostituta”

John: ¿Qué clase de broma es esta? (Mirando el sobre, el cual no tiene remitente)

En ese momento Bárbara llega a la casa, se escucha cerrar la puerta… La mulata camina hacia la cocina y se encuentra con John de frente, con las fotos en mano. Su marido la mira sin decir nada hasta que…

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John: Ahora mismo me vas a explicar que significa todo esto…

Nuestro protagonista echa todas las fotos sobre la mesa de la cocina. Bárbara se queda petrificada al verlas, escuchamos música incidental. La mulata no sabe como reaccionar, ni que decir, ni mucho menos que explicaciones dar. John la mira fijamente a los ojos, visiblemente enfadado.

Bárbara: ¿De donde has sacado esas fotos? (Alucinada, asustada)

John: No me cambies de tema… ¿Hay algo que deba saber y no me hayas contado, verdad? ¡HABLAAAA!!! (Furioso)

Bárbara. Este… John… puedo explicarlo… de verdad. (Preocupada)

John: ¿Qué me vas a explicar? Que bailabas desnuda en un bar… ¿Esto es en México, verdad? Tiene que ser allá… ¡Dime la verdad! ¿A qué diablos te dedicabas allí?

Bárbara: John, por favor, no te enfades… yo… (Asustada)

John: ¡HABLA MALDITA SEA!!!

Bárbara: Fu… fui… yo… trabajaba, trabajaba en un…

John: En un burdel… ¿Verdad? (Decepcionado, muy enojado)

Bárbara: Tampoco lo digas así…

John: ¡Lo digo como es! ¿Fuiste prostituta? No me lo puedo creer…

Bárbara: Por favor John, escúchame, mi amor… (Se le acerca)

John: ¡No me toques!!! (Se retira) ¡Me mentiste! Me has estado viendo la cara de idiota durante más de dos años… ¿Cuándo pensabas decirme la verdad? ¿Cuándo?

Bárbara: Si te hubiera dicho que… que trabajé en eso, no te habrías casado conmigo.

John: Esto es increíble…  (Se marcha)

Bárbara: Espera John, no te vayas… Escúchame…

John: No tengo nada más que oír. Me marcho al hospital, no tengo ganas de comer.

Bárbara: Pero John… (Le toma del brazo)

John: ¡Que no me toques te dije! (Se revuelve y se va, muy malhumorado)


INT. / HOTEL, HABITACIÓN / DÍA

Michael y Paula se visten, ambos han vuelto a acostarse, ya son varias veces las que tienen sexo en secreto. Nadie se imagina su aventura que viven a escondidas de Rebeca y de todos.

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Paula: Esto no puede seguir así…

Michael: Por favor, Paula, dame tiempo… te prometo que después de las municipales tomaré una decisión sobre lo nuestro.

Paula: Mira Michael… yo no quiero presionarte a nada pero… ya te dije, no quiero ser la otra.

Michael: Y no lo eres, y lo sabes…

Paula: Ay por favor, a otro perro con ese hueso. Que yo no soy tan tonta como tu mujer y perdona que te lo diga así, pero es que…

Michael: Te juro por mi hija que voy a dejar a Rebeca. De verdad.

Paula: ¿En serio? ¿Harías eso por mí? Eso quiere decir que… no soy una aventura para ti. ¿Verdad? (Sonríe falsa, fingiendo ilusión)

Michael: Por supuesto que no… (Pensando: Tengo que alargar esta situación como sea… no puedo dejar a Rebeca)

Paula: Espero no estés jugando conmigo Michael y que lo que me dijiste el otro día sea cierto.

Michael: Sabes que no puedo estar sin ti, me vuelves loco… (Se besan)

Paula: Si quieres seguir conmigo… tienes que hacer lo que yo te diga. ¿Está claro?

Michael: Mmm…


INT. / HOSPITAL DE TORONTO, CONSULTA DE JOHN / DÍA

Rebeca ha ido a ver a John a su consulta. Ambos conversan de pie junto a la ventana.

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John: ¿Cómo está Miriam?

Rebeca: Mejor… ya pronto regresará a la escuela. Está muy ilusionada y muy agradecida con Paula, la verdad.

John: Entiendo…

Rebeca: ¿Te pasa algo, John? Te veo mala cara. ¿Estás bien?

John: Estoy bien, no pasa nada, no te preocupes.

Rebeca: No me mientas, a mí no me engañas. Soy tu amiga y te conozco… ¿Qué ocurre? Es por lo de anoche con Bárbara… ¿Cierto? Mira siento si…

John: No es por lo de anoche, eso es lo de menos. Soy yo quien debería pedirte disculpas por su comportamiento, a ti y a la familia de Richard.

Rebeca: ¿Entonces, qué te pasa? Dime la verdad… Algo tienes, tú siempre tienes una sonrisa y buenas palabras. Sabes que si algo anda mal puedes contar conmigo. Para eso son los amigos. ¿No?

John: Bárbara fue prostituta en México, Rebeca.

Rebeca: ¿Quéeee? (Alucinada, escuchamos música incidental?

John: Acabo de enterarme… Todavía no puedo creerlo, en serio. No sé con quién me casé, la verdad que ya no lo sé.

Rebeca: ¿Pros.. prostituta? ¿Pero de qué estás hablando?

John: Me enviaron unas fotos… no sé… no sé quien lo hizo pero el caso es que son las pruebas, la propia Bárbara me lo admitió.

Rebeca: Dios mío… (Asustada)

John: Lleva horas llamándome al móvil y no le contesto… me ha dejado no se cuantos mensajes de texto. No quiero hablar con ella.

Rebeca: Ay John, no sé que decir… creo que en asuntos de pareja… no soy buena consejera. Yo tampoco ando muy bien con mi marido. ¿Sabes?

John: Pues ya somos dos… Quería comentarte una cosa.

Rebeca: Tú dirás…

John: Oscar… ¿Le conoces?

Rebeca: Sí, claro, trabajó en este hospital en medicina general durante tres años.

John: Bueno pues se va a vivir a Dubai, le han ofrecido un puesto en un hospital privado de allá y ha aceptado. Me dijo que por qué no me iba yo también.

Rebeca: ¿Qué? ¿Y… y qué le has dicho?

John: Que lo iba a pensar, pero la verdad con esto de Bárbara… creo que sería lo mejor para mí.

Rebeca: ¿Quieres decir que vas a dejar a tu mujer?

John: No lo sé… no sé que voy a hacer. Perdí la confianza en ella, me ha engañado, Rebeca. Por dos años me ha ocultado su pasado. ¿Qué quieres que piense? Dime.

Rebeca: Lo sé, lo sé… y lo entiendo pero… ¿A Dubai? Ay John, deberías pensarlo bien…

John: No hago más que darle vueltas al tema.

Rebeca: Yo no quiero influirte pero… ay no sé… tan lejos, un país tan diferente de este… Además me han dicho que en verano hace muchísimo calor por allá.

John: Tú no quieres que me vaya… ¿Verdad?

Rebeca: Yo no he dicho nada…  sólo que me daría pena que te fueras tan lejos.

John: A lo mejor no nos volveríamos a ver… quién sabe.

Rebeca: No me digas eso, John…

John: Lo siento.

Rebeca: ¿Sabes? Nunca había tenido un amigo hombre… siempre amigas.

John: Y me alegro que seamos amigos, de verdad que sí. (Sonríe)

Rebeca: Si te vas… te voy a echar de menos John. (Triste)

John: Y yo a ti también. (Triste)

Rebeca: Piénsalo bien… y lo que decidas, seguro será lo mejor para ti. ¿Puedo darte un abrazo?

John: Claro…

Ambos se abrazan tiernamente junto a la ventana. En el momento en que se van a separar, lentamente, sus rostros quedan cerca uno del otro, muy cerca, tan cerca como para sentir la respiración de cada uno. La tensión sexual se palpa en el ambiente, Rebeca y John están a punto de besarse cuando suena el teléfono móvil de ella.

Rebeca: Lo siento… te… tengo que… tengo que contestar. (Avergonzada, toma el móvil de su bolso) ¿Sí? Michael… Sí, dime.

En ese instante John se retira y se acerca a su mesa a revisar unos papeles, al mismo tiempo Rebeca habla por su móvil con su marido que está a esa hora en el ayuntamiento de Toronto, en su despacho de la alcaldía.

Rebeca: Está bien, Michael… no pasa nada, no tienes por qué disculparte, en serio. Todo bien. Si mi amor, te veo en la noche en la casa, un beso. (Terminando la llamada)

John: Imagino tienes cosas que hacer… (Avergonzado)

Rebeca: Sí, lo siento, me voy tengo trabajo, estoy liada con unas nóminas y demás. Tengo que terminar esta tarde sin falta.

John: Entiendo… bueno pues…

Rebeca: Me voy John… y piensa lo que te dije. (Se dispone a irse pero se da la vuelta) Ah por cierto… Me gusta la colonia que llevas. (Sonríe)

John: Gracias… (Avergonzado, sonríe)

Rebeca: Nos vemos, chao… (Se va y cierra la puerta de la consulta tras de si)

John se queda pensativo en silencio y se pone a mirar por la ventana hacia el impresionante skyline del centro de Toronto. Desde su consulta se divisan varios rascacielos de la ciudad así como la famosa CN Tower.


INT. / FLORISTERÍA / DÍA

Bárbara está colocando flores en varios jarrones de cerámica, mientras charla con su amiga Paula quien ha ido a visitarla a su floristería.

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Paula: No me lo puedo creer… ¿Tu marido lo sabe?

Bárbara: Alguien se ha ido de la lengua… alguien que conoce mi secreto y quiere hundirme. Pero te juro que como sepa quien le envió esas fotos… me las va a pagar.

Paula: Ay amiga… ¿Y qué vas a hacer?

Bárbara: No lo sé, John no me devuelve las llamadas, no quiere hablarme, está muy enfadado.

Paula: Normal, no te preocupes imagino se le pasará, tú dale tiempo, mujer. Cambiando de tema… ¿No le habrás dicho nada de mi, verdad?

Bárbara: No, tranquila… no te preocupes. Nadie sabe que tù y yo somos amigas.

Paula: La verdad que no he tenido el gusto de conocer a John. ¿No tienes alguna foto con él aquí?

Bárbara: Sí, ahí en la oficina hay una en la pared.

La mulata sigue a sus labores, mientras Paula entra en la oficina para ver dicha foto. La mexicana se la queda mirando y hablando en voz muy baja.

Paula: Vaya, vaya… así que este es tu maridito, Barbarita… La verdad que está buenísimo… (Sonríe astuta)

Bárbara: ¿Decías algo, Paula?

Paula: Nada… (Saliendo de la oficina) Que muy mono tu marido. Tienes buen gusto.

Bárbara: Ya te lo decía yo. (Sonríe)

En ese momento Paula piensa en silencio, mirando a su amiga.


CONTINUARÁ…

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