CAPÍTULO 4: LA OPERACIÓN
Hoy con la actuación especial de
Jeff Hephner como Larry
TORONTO, CANADÁ
INT. /
MANSIÓN WINCHESTER, SALÓN / NOCHE
Toda la familia está reunida en la sala. Miriam
conoce al fin a Paula, su madre biológica.
Michael: Miriam, hija, te presento a Paula. Ella
es…
Rebeca: Una vieja amiga de la familia… (Sonríe,
miente)
Miriam: Ho… hola. (Sonríe tímida)
Paula: Hola Miriam… Encantada de conocerte, mi
amor. Tus papás me han hablado mucho de ti.
Cheryl: Paula va a ser la donante de médula para
tu cirugía, Miriam.
Miriam: ¿De verdad? ¿Me vas a ayudar a curarme?
(Sonríe ilusionada)
Paula: Claro, princesa… lo que sea por ayudarte,
cariño.
Miriam: Muchas gracias, Paula. (Se lanza a
abrazarla)
En ese momento Paula siente una mezcla de
sensaciones extrañas, ella abandonó a su hija para darla en adopción pero por
otra parte no puede evitar sentir cierta lástima de la pequeña. A pesar de que
su plan es hacerse dueña y señora de la mansión y la fortuna Winchester.
INT. / CASA QUINTANA, COCINA / NOCHE
Kate y Bárbara están conversando en la cocina,
mientras la gordita termina de preparar la cena. Esa noche John y su esposa han
sido invitados a cenar. Como recordaremos John es el padrino de Cinthia, la
hija de Richard y Kate.
Bárbara: No sé Kate… la verdad yo quiero que John
y yo seamos padres pero él no está por la labor.
Kate: ¿No? ¿Y por qué? No entiendo. Si John adora
a los niños.
Bárbara: Dice que si no tiene un puesto fijo en
el hospital, que si es muy pronto, que si tal… Excusas. Hombres… de verdad, son
todos iguales.
Kate: No digas eso mujer, dale tiempo. Verás como
cambiará de opinión.
INT. / CASA QUINTANA, SALÓN / NOCHE
Richard y John están sentados a una mesa jugando
a las cartas, con ellos está Cinthia.
Richard: ¡Te volví a ganar! ¡Eres un manta!
Jajaja.
Cinthia: Jajaja. Ay padrino, siempre pierdes en
este juego. No aprendes.
John: ¡Oye tú no te rías de mí! (Se burla de su
ahijada) Para mi que tu padre hizo trampa, te lo digo yo. Seguro tu le chivaste
mis cartas.
Cinthia: ¡Que nooooooo!! Jajaja.
Richard: Jajaja, vamos John, admítelo, no se te
da bien el póker y lo sabes.
John: Mm… (Finge cara de enojo)
Cinthia: Jajaja. Voy a mi cuarto por el Monopoli.
(Se levanta de su silla y se va)
Richard: Ok, mi vida. (Sonríe) John, la semana
que viene será la operación de Miriam.
John: ¿Hay fecha ya?
Richard: Hablé con Larry, el cirujano que la va a
intervenir. Será el lunes a primera hora. Ya le enviaron la cita a los padres.
John: Me parece bien. Aún no conozco a la tal
Paula… ¿Tú la has visto?
Richard: ¿Qué si la he visto? La vi en el
hospital cuando fue a hacerse las pruebas de ADN y compatibilidad. Es un
monumento esa mujer.
John: Venga ya, no exageres, no será para tanto.
Richard: Ahora que no me oye Kate… Está tremenda, jajaja.
John: Jajaja. Estás enfermo, si te escuchara tu
mujer…
Richard: Chico, que uno esté casado no quiere
decir que no pueda ver el menú. (Sonríe burlón) Además… aquí entre nos, me he
dado cuenta como miras a la mamá de Miriam.
John: ¿A quién a Rebeca? Deja de decir tonterías
Richard. Yo amo a Bárbara, nunca me fijaría en…
Richard: ¿A poco no es guapa?
John: Si claro, muy guapa pero… Que no, que ves
cosas donde no las hay. Rebeca y yo somos simplemente buenos amigos, nada más.
Richard: Bueno, si tú lo dices… Perdona, sólo bromeaba.
UNA SEMANA DESPUÉS
INT. / HOSPITAL DE TORONTO, SALA DE ESPERA / DÍA
Toda la familia de Miriam, Betty incluida, están esperando
mientras se realiza el trasplante de médula de Paula a la niña. En la sala de
espera vemos sentados en diversas sillas a Michael, Cheryl, Betty y a Rebeca.
En ese momento aparece John. Rebeca se levanta de su asiento y se le acerca,
preocupada.
Rebeca: ¡John! ¿Se sabe algo de mi niña? ¿Cómo va
la operación?
John: Por ahora no puedo decirte nada, Miriam y
Paula están en quirófano. Apenas acaban de comenzar.
Michael: ¿Quién está a cargo de la cirugía?
John: El doctor Larry Ryan, está en buenas manos,
tranquilos.
Cheryl: Bueno pues esperemos todo salga bien…
Betty: Dios la escuche doña Cheryl… voy a salir
al jardín a fumarme un purito… estoy de los nervios.
Cheryl: Pareces una chimenea ambulante… tú y tus
puros cubanos.
Betty: Ya quisiera yo un cubano, doña Cheryl… con
lo que necesitada que está una… (Muy cómica) Lo que me hace falta es un buen
mulato. Y a usted otro… (Se burla)
Cheryl: ¡Betty!!!! (Molesta)
Betty: Jajajaja. (Se va)
Michael: No la hagas caso, mamá, Betty está loca…
(Sonríe)
Mientras tanto…
John: (En voz baja) Rebeca, puedo hablar contigo
un momento. A solas, por favor.
Rebeca: Está bien… Ahora vuelvo, Michael. (Se va)
Su marido les mira con desconfianza, está celoso
de John.
INT. / HOSPITAL, PASILLOS / DÍA
John y Rebeca conversan en el pasillo.
Rebeca: ¿Qué ocurre John? Dijiste que…
John: No es sobre Miriam sobre lo que te quiero
hablar. Quería pedirte disculpas por lo del otro día… Siento haber dicho lo que
dije sobre tu marido.
Rebeca: No pasa nada, ya ni me acordaba de eso…
en serio.
John: ¿Seguro? La verdad estaba preocupado…
Rebeca: No tienes por qué, los amigos también
discuten, John. (Sonríe)
John: Sí, lo se pero…
Rebeca: Ahora lo que más me importa es la salud
de mi hija. Ya quiero que todo termine y vuelva a ser la niña sana y risueña de
siempre.
John: Estoy seguro que Miriam se va a poner bien,
ya lo verás. Normalmente el trasplante de médula suele ser la mejor solución en
estos casos. Debo irme, más tarde regreso con novedades. Voy a ver como va la
cirugía.
Rebeca: Ok, gracias John… (Sonríe)
John: A ti... (Sonríe, se acarician los dedos de
las manos, él se va)
INT. / FLORISTERÍA / DÍA
En la floristería donde trabaja Bárbara, la
mulata no se espera una visita que podría cambiarlo todo. La esposa de John se
encuentra preparando un ramo de flores de un encargo cuando un hombre entra en
la tienda.
Steven: Hola Barbarita… (Sonríe burlón)
Bárbara: ¿Steven? ¿Se puede saber qué haces tú
aquí? Te he dicho mil veces que…
Steven: Vengo por mi dinero.
Bárbara: ¿Más dinero? ¿Te has vuelto loco o que
te pasa? El mes pasado quedamos en que…
Steven: Mira preciosa… sé tu secreto y si no me
pagas religiosamente cada fin de mes lo que te dije… le contaré a tu adorado
maridito toda la verdad. ¿Estamos?
Bárbara: Por favor Steven, ahora no puedo pagarte…
no tengo el dinero.
Steven: ¿Ah no? (Toma un jarrón y lo estampa
contra unas plantas)
Bárbara: ¡AHHH!!!
Steven: ¿Crees que estoy jugando, verdad,
estúpida? Tú verás o reúnes ese dinero en 24 horas o te juro que John va a
descubrir tu secreto.
Bárbara: Por favor Steven… te lo ruego. No le
digas nada a mi marido, John no puede saber que…
Steven: ¿Que qué? ¿Qué fuiste puta en México?
Jajaja. La verdad todavía no sé como mi hermano Michael pudo tener algo
contigo. Bueno, imagino que te pagaría bien… ¿No? Jajaja.
Bárbara: Eres un desgraciado, Steven…
Steven: O me pagas o atente a las consecuencias.
Bárbara: Tú no sabes con quién estás jugando,
querido… No te tengo miedo.
Steven: Pues deberías tenerlo, preciosa. Me voy…
y recuerda, quién avisa, no es traidor. Tienes 24 horas. ¡Chao, cariño! (Se va
riendo)
Bárbara: Desgraciado hijo de puta… Ahora si que
vas a saber quién soy yo malnacido…
En primer plano vemos como sus ojos brillan como
el mismísimo fuego del infierno, escuchamos música incidental.
INT. / HOSPITAL DE TORONTO, SALA DE ESPERA /
Larry, el cirujano, aparece en la sala de espera.
Toda la familia de Miriam espera las noticias. Junto con Larry está John.
John: Rebeca, Michael… Les presento al doctor
Ryan.
Michael: Encantado doctor… (Le da la mano al
rubio)
Larry: La operación ha sido un éxito, tanto la
madre biológica como la niña están perfectamente.
Rebeca: ¡Gracias a Dios! (Sonríe contenta)
Cheryl: Bueno… pues ya pasó.
John: Todavía queda el post operatorio y la
recuperación, doña Cheryl.
Michael: ¿Será que podemos pasar a ver a mi hija
pronto?
Larry: En cuanto se le pase el efecto de la
anestesia. Pero Paula ya está consciente.
Rebeca: Michael ve a hablar con ella. Le debemos
todo a esa mujer.
En ese momento Michael se va con Larry. John se
despide de Rebeca.
John: Bueno pues ya nos veremos. Me alegro que
todo haya salido bien.
Rebeca: Muchas gracias John. De verdad. (Sonríe
feliz)
John: Cuídate, chao… (Se dan la mano y él se va)
En ese instante Betty se le acerca a Rebeca.
Betty: Guapo el doctor… ¿Eh?
Rebeca: ¿Perdón? (Volteando)
Betty: Está como un caramelo tropical el
morenazo, le juro que me lo comía con patatas si tuviera 30 años menos. (Sonríe
burlona)
Rebeca: ¡Pero Bettyyyy!! Jajaja.
Betty: De veras… Unas tanto y otras tan poco…
Señor, ¿Qué carajos te he hecho para que no me envíes un tío de esos? Aggg… Dios
da pan a quien no tiene dientes.
Rebeca: ¿Lo dices por mí? Pero bueno…
Betty: La verdad, le diré algo… Mejor que su
marido si que está, pa que engañarnos, jajaja. Pa Reyes me voy a pedir uno
igual. ¿Dónde hay que mandar las cartas, a todo esto?
Rebeca: Jajaja. Betty, Betty… ¿Qué voy a hacer
contigo?
Betty: Meterme en un manicomio… y si hay
enfermeros buenorros, mejor todavía… (Se burla)
Rebeca: Jajaja. (Sonríe contenta) Ven, vamos a la
cafetería te invito a tomar un cafecito, Betty.
Betty: Ay no, a mi mínimo un cubata… déjese de
cafeses y gaitas, que son las cuatro de la tarde. ¿Hace un whiskycito? (Se van
juntas, Rebeca contiene la risa)
INT. / HOSPITAL DE TORONTO, HABITACIÓN DE PAULA /
DÍA
En la cama, Paula está aún convaleciente tras
haber sido la donante de médula ósea para Miriam. La mexicana conversa con
Michael, quien está a su lado.
Paula: ¿Qué tal la niña, Michael?
Michael: Bien, está bien. Todo salió perfecto.
Gracias por todo Paula, no sé como agradecerte lo que has hecho por mi hija.
Miriam lo es todo para mí. (Sonríe)
Paula: Lo sé… lo vi en tus ojos el mismo día en
que te conocí.
Michael: Si te soy sincero, ahora que te conozco…
cada vez le saco más parecido a Miriam contigo.
Paula: Bueno, es normal, yo la parí. Te juro que
cuando la conocí en tu casa se me estremeció todo el cuerpo. Siento que he
perdido una parte de mi vida y todo por un error.
Michael: No digas eso, preciosa… (Se le escapa la
palabra)
Paula: Michael… (Le toma de una mano) Prométeme
que siempre vas a cuidar de mi hija. Pase lo que pase.
Michael: Te lo prometo…
Paula: Rebeca es una mujer muy afortunada por
tenerte, ¿Sabes? Eres un hombre… excepcional. Y muy atractivo por cierto.
(Sonríe coqueta)
Michael: Ni tanto, jajaja. Tú que me ves con
buenos ojos.
Paula: Es en serio… Si no estuvieras casado…
Michael: Si no… si no estuviera casado… ¿Qué?
Paula: Ya lo sabes…
Michael: No, no lo sé… (Se hace el tonto, ella
sonríe con picardía)
Paula: No te hagas, sabes perfectamente de lo que
hablo.
Michael: Paula…
Paula: Lo siento, no debí decir nada… perdona.
Qué vas a pensar de mí. (Finge avergonzarse) Será mejor que te vayas. ¿Sí?
Michael: Pero Paula…
Paula: Vete Michael, por favor… será lo mejor…
por favor.
Michael: Está bien, como quieras… (Se marcha)
Cuando el villano se ha largado, Paula sonríe
echada en esa cama y habla consigo misma.
Paula: Ay papito… te tengo comiendo de mi mano, mi
amor… (Sonríe astuta)
AL DÍA SIGUIENTE
INT. / HOSPITAL DE TORONTO, HABITACIÓN DE MIRIAM
/ DÍA
Miriam, conversa con su amiga Cinthia quien ha
ido a visitarla.
Cinthia: Me alegro mucho estés bien, amiga.
Miriam: ¿Sabes Cinthia? Esa señora se ha portado
muy bien conmigo.
Cinthia: ¿Te digo una cosa? Yo hasta le encuentro
parecido contigo. Tienes los mismos ojos.
Miriam: ¿En serio?
Cinthia: De veritas, si cuando la vi antes en el
pasillo al llegar pensé que era tu tía o alguien de tu familia, no te digo más.
INT. / HOSPITAL DE TORONTO, CONSULTA DE JOHN
John y Rebeca conversan de pie junto a la
ventana.
Rebeca: ¿Cuándo le darán el alta a Miriam, John?
John: En un par de días supongo… no te preocupes.
Miriam está evolucionando muy bien, Richard y yo estamos muy contentos con el
resultado de la operación.
Rebeca: Y todo gracias a esa mujer…
John: ¿Al final le van a decir a la niña la
verdad? Que Paula es su madre biológica…
Rebeca: Michael y yo lo hemos pensado y si, pero
cuando ya Miriam esté completamente recuperada.
John: ¿Están seguros de hacerlo?
Rebeca: Se lo debemos a Paula, John. Esa mujer le
ha salvado la vida a mi hija. Es lo menos que podemos hacer. Además… ella nos
prometió que se marchara de nuevo a México y que no volverá más. Paula respeta
que Miriam fuera adoptada, es más, nos está muy agradecidos por ello.
John: Yo sólo espero que esa mujer realmente sea
sincera…
Rebeca: ¿Por qué dices eso? ¿Qué es lo que estás
pensando?
John: Nada, no me hagas caso…
INT. / FLORISTERÍA / DÍA
Steven vuelve a la floristería de Bárbara a pedir
el dinero del chantaje. La mulata le está esperando.
Steven: ¿Tienes ya lo mío? Mira que como no me
pagues…
Bárbara: Lo tengo todo aquí en este sobre, mi
amor… (Sonríe falsa) Toma… puedes contarlo. Está todo.
Steven: A ver…
El villano toma el sobre y le da la espalda a
Bárbara. Escuchamos música incidental. La mulata saca un puñal de un bolsillo
del delantal de trabajo y sin mediar palabra se lo clava a Steven por la
espalda. La villana le apuñala varias veces en una macabra y dramática escena.
Bárbara es siniestra y maquiavélica.
Bárbara: Esto para que aprendas que aún no ha
nacido nadie que me pueda chantajear y viva para contarlo, maldito infeliz.
El cuerpo de Steven, yace en el piso sobre un
charco de sangre. Acto seguido Bárbara, con unos guantes en las manos, agarra a
Steven por las botas y lo arrastra hasta la trastienda. Enseguida toma una
fregona y un cubo de agua con lejía para limpiar la sangre del suelo. Ahora
sólo le falta deshacerse del cadáver y borrar todas las huellas que la pudieran
incriminar.
INT. / MANSIÓN WINCHESTER, DORMITORIO DE REBECA /
NOCHE
Michael deja su móvil sobre la mesita de noche y
se echa a dormir. Rebeca se quita los pendientes mirándose a un espejo y se
pone el camisón.
Rebeca: Me extrañó que tu hermano no haya
aparecido por el hospital estos días, Michael.
Michael: Acabo de llamarle y no contesta al móvil.
Es muy extraño.
Rebeca: Bueno, ya mañana intentas hablar con él.
Estará por ahí, con alguna… para no variar. (Se mete con él en la cama)
Michael: Seguro… (Sonríe) Estás preciosa, mi amor…
(La besa en el cuello)
Rebeca: Ahora no Michael, me duele la cabeza,
estoy muy cansada.
Michael: Siempre estás igual… desde que empezó lo
de Miriam no hemos vuelto a hacer el amor. ¿Se puede saber que te pasa?
Rebeca: ¿Qué me pasa? Ahora no estoy para sexo,
Michael, tengo la cabeza en otras cosas, en la salud de nuestra hija.
Michael: Pero la niña ya está bien, ya pronto le
darán el alta.
Rebeca: Debí haberme quedado con ella esta noche…
Betty no vale para…
Michael: Betty cuidará de ella, además Miriam
está en el hospital, mujer. ¿Qué le va a pasar?
Rebeca: ¿Sabes? John me ha dicho que no
deberíamos decirle a la niña sobre Paula. Sobre que es su madre biológica,
quiero decir.
Michael: Ya estamos con John… ¿Qué sabrá ese tipo
si no tiene hijos siquiera?
Rebeca: Voy a intentar dormir, hasta mañana
Michael.
Michael: Hasta mañana.
Ambos se dan media vuelta en la cama, mirando
hacia lados diferentes de la habitación. Michael apaga la luz de la mesilla de
noche.
DÍAS DESPUÉS
INT. / CASA HASSAN, SALÓN / DÍA
John está conversando con su mujer. Ambos de pie
en la sala, junto al sofá.
Bárbara: Voy a viajar a Jamaica unos días, mi
amor.
John: ¿A tu país? ¿Y eso por qué? ¿Le pasó algo a
tu madre?
Bárbara: Está en el hospital, al parecer la
ingresaron por amago de infarto.
John: Está bien… lamento no poder acompañarte.
Sabes que la aprecio. Ojalá se recupere pronto.
Bárbara: Estaré de vuelta la semana que viene.
Voy a hacer las maletas, me marcho esta tarde a Kingston.
INT. / HOSPITAL DE TORONTO, HABITACIÓN DE MIRIAM
/ DÍA
Rebeca está hablando con su hija, sentada en una silla
junto a su cama.
Miriam: ¿Ya me dan el alta hoy, mami? Ay qué
bien. (Sonríe)
Rebeca: Así es, mi amor… ya hoy vuelves para la
casa. ¿Qué te parece?
Miriam: Genial… ya tengo ganas de volver al cole
y jugar con Cinthia.
Rebeca: ¿Cómo te sientes cariño? ¿Notas mejoría?
Miriam: No lo sé, creo que sí… ya no me notó tan
cansada.
Rebeca: Bueno poco a poco… John me dijo que este
proceso llevará tiempo pero que estás fuera de peligro ya. Ay hija, estoy más
contenta. Al final termina esta pesadilla. (Sonríe) Te quiero mi vida. (La besa
en la frente)
Miriam: Y yo a ti, mamá. (Sonríe feliz)
INT. / MANSIÓN WINCHESTER, DORMITORIO DE REBECA /
DÍA
Michael y Paula se están enrollando en el
dormitorio conyugal, el villano finamente ha caído en la tentación. Ambos se
besan apasionadamente, Michael la tiene contra la pared, la besa por el cuello,
la mete mano bajo la falda. Paula se deja llevar, se devoran la boca a besos
sin descanso.
Paula: ¿Y tu mujer, Michael?
Michael: No te preocupes, está en el hospital con
Miriam… Mi madre y Betty salieron de compras… Estamos solos en la casa.
Paula: Me vuelves loca… te deseo… (Se besan)
Ella le abre la camisa saltando todos los
botones, Michael la carga contra la pared levantándole la falda para arriba y
así salvajemente terminan haciendo el amor. Paula gime como gata en celo
mientras Michael la hace suya sin descanso una y otra vez, cargada contra la
pared. Escuchamos música incidental.
INT. / HOSPITAL DE TORONTO, HALL PRINCIPAL / DÍA
Rebeca se encuentra con John.
John: ¿Qué tal Miriam?
Rebeca: Ya en un rato nos vamos para la casa.
Estoy más feliz, John.
John: Qué bueno, me alegro mucho por ti. (Sonríe
amable)
Rebeca: Siento si he estado un poco grosera
contigo pero es que… no sé, creo que me afectó lo de la enfermedad de mi hija.
Lo siento.
John: Dijiste que todo olvidado. ¿No?
Rebeca: Así es… y para que veas, como Miriam no
tendrá el alta hasta esta tarde, te invito a comer. ¿Quieres?
John: No me puedo negar me imagino…
Rebeca: No puedes… (Sonríe)
John: Está bien… (Sonríe)
Ambos se van hacia la cafetería del hospital.
Justo en ese momento se escucha una fortísima explosión que proviene de la
calle, es un coche bomba. Las ventanas del hall del hospital estallan en mil
pedazos, la gente comienza a gritar. Escuchamos música incidental. Rebeca y
John han caído al suelo, ella encima de él.
John: ¿Estás bien? (Preocupado)
Rebeca: Cre… creo que sí… ¿Qué ha pasado, Dios
mío? (Asustada)
John: Creo fue una explosión en la calle… Tienes
un corte en la frente…
Rebeca: ¿En serio? (Preocupada)
La situación es muy tensa, Rebeca, sobre John,
ambos echados en el piso del hall, mientras hay gente corriendo de acá para
allá y otra en el suelo. Todo el mundo muy asustado por el atentado. John y
Rebeca se miran así, frente a frente, una sobre el otro, sin decir nada y la tensión
sexual entre los dos aumenta por momentos.
Rebeca: Lo siento… será mejor que… (Se aparta)
John: Dios mío… (Mirando a su alrededor)
Rebeca: ¡Miriam! ¡Tengo que subir a ver si está
bien!
John: Está bien… pero ten cuidado. Voy a atender
a estas personas… ¡Enfermera! ¡Avisen a la policía, a los bomberos! ¡Rápido!
CONTINUARÁ…
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