jueves, 5 de noviembre de 2015

Capítulo 4

HERIDAS DEL CORAZÓN
CAPÍTULO 4: LA OPERACIÓN


Hoy con la actuación especial de
Jeff Hephner como Larry




TORONTO, CANADÁ
INT. / MANSIÓN WINCHESTER, SALÓN / NOCHE

Toda la familia está reunida en la sala. Miriam conoce al fin a Paula, su madre biológica.

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Michael: Miriam, hija, te presento a Paula. Ella es…

Rebeca: Una vieja amiga de la familia… (Sonríe, miente)

Miriam: Ho… hola. (Sonríe tímida)

Paula: Hola Miriam… Encantada de conocerte, mi amor. Tus papás me han hablado mucho de ti.

Cheryl: Paula va a ser la donante de médula para tu cirugía, Miriam.

Miriam: ¿De verdad? ¿Me vas a ayudar a curarme? (Sonríe ilusionada)

Paula: Claro, princesa… lo que sea por ayudarte, cariño.

Miriam: Muchas gracias, Paula. (Se lanza a abrazarla)

En ese momento Paula siente una mezcla de sensaciones extrañas, ella abandonó a su hija para darla en adopción pero por otra parte no puede evitar sentir cierta lástima de la pequeña. A pesar de que su plan es hacerse dueña y señora de la mansión y la fortuna Winchester.


INT. / CASA QUINTANA, COCINA / NOCHE

Kate y Bárbara están conversando en la cocina, mientras la gordita termina de preparar la cena. Esa noche John y su esposa han sido invitados a cenar. Como recordaremos John es el padrino de Cinthia, la hija de Richard y Kate.

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Bárbara: No sé Kate… la verdad yo quiero que John y yo seamos padres pero él no está por la labor.

Kate: ¿No? ¿Y por qué? No entiendo. Si John adora a los niños.

Bárbara: Dice que si no tiene un puesto fijo en el hospital, que si es muy pronto, que si tal… Excusas. Hombres… de verdad, son todos iguales.

Kate: No digas eso mujer, dale tiempo. Verás como cambiará de opinión.


INT. / CASA QUINTANA, SALÓN / NOCHE

Richard y John están sentados a una mesa jugando a las cartas, con ellos está Cinthia.

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Richard: ¡Te volví a ganar! ¡Eres un manta! Jajaja.

Cinthia: Jajaja. Ay padrino, siempre pierdes en este juego. No aprendes.

John: ¡Oye tú no te rías de mí! (Se burla de su ahijada) Para mi que tu padre hizo trampa, te lo digo yo. Seguro tu le chivaste mis cartas.

Cinthia: ¡Que nooooooo!! Jajaja.

Richard: Jajaja, vamos John, admítelo, no se te da bien el póker y lo sabes.

John: Mm… (Finge cara de enojo)

Cinthia: Jajaja. Voy a mi cuarto por el Monopoli. (Se levanta de su silla y se va)

Richard: Ok, mi vida. (Sonríe) John, la semana que viene será la operación de Miriam.

John: ¿Hay fecha ya?

Richard: Hablé con Larry, el cirujano que la va a intervenir. Será el lunes a primera hora. Ya le enviaron la cita a los padres.

John: Me parece bien. Aún no conozco a la tal Paula… ¿Tú la has visto?

Richard: ¿Qué si la he visto? La vi en el hospital cuando fue a hacerse las pruebas de ADN y compatibilidad. Es un monumento esa mujer.

John: Venga ya, no exageres, no será para tanto.

Richard: Ahora que no me oye Kate…  Está tremenda, jajaja.

John: Jajaja. Estás enfermo, si te escuchara tu mujer…

Richard: Chico, que uno esté casado no quiere decir que no pueda ver el menú. (Sonríe burlón) Además… aquí entre nos, me he dado cuenta como miras a la mamá de Miriam.

John: ¿A quién a Rebeca? Deja de decir tonterías Richard. Yo amo a Bárbara, nunca me fijaría en…

Richard: ¿A poco no es guapa?

John: Si claro, muy guapa pero… Que no, que ves cosas donde no las hay. Rebeca y yo somos simplemente buenos amigos, nada más.

Richard: Bueno, si tú lo dices… Perdona, sólo bromeaba.


UNA SEMANA DESPUÉS
INT. / HOSPITAL DE TORONTO, SALA DE ESPERA / DÍA

Toda la familia de Miriam, Betty incluida, están esperando mientras se realiza el trasplante de médula de Paula a la niña. En la sala de espera vemos sentados en diversas sillas a Michael, Cheryl, Betty y a Rebeca. En ese momento aparece John. Rebeca se levanta de su asiento y se le acerca, preocupada.

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Rebeca: ¡John! ¿Se sabe algo de mi niña? ¿Cómo va la operación?

John: Por ahora no puedo decirte nada, Miriam y Paula están en quirófano. Apenas acaban de comenzar.

Michael: ¿Quién está a cargo de la cirugía?

John: El doctor Larry Ryan, está en buenas manos, tranquilos.

Cheryl: Bueno pues esperemos todo salga bien…

Betty: Dios la escuche doña Cheryl… voy a salir al jardín a fumarme un purito… estoy de los nervios.

Cheryl: Pareces una chimenea ambulante… tú y tus puros cubanos.

Betty: Ya quisiera yo un cubano, doña Cheryl… con lo que necesitada que está una… (Muy cómica) Lo que me hace falta es un buen mulato. Y a usted otro… (Se burla)

Cheryl: ¡Betty!!!! (Molesta)

Betty: Jajajaja. (Se va)

Michael: No la hagas caso, mamá, Betty está loca… (Sonríe)

Mientras tanto…

John: (En voz baja) Rebeca, puedo hablar contigo un momento. A solas, por favor.

Rebeca: Está bien… Ahora vuelvo, Michael. (Se va)

Su marido les mira con desconfianza, está celoso de John.


INT. / HOSPITAL, PASILLOS / DÍA

John y Rebeca conversan en el pasillo.

Rebeca: ¿Qué ocurre John? Dijiste que…

John: No es sobre Miriam sobre lo que te quiero hablar. Quería pedirte disculpas por lo del otro día… Siento haber dicho lo que dije sobre tu marido.

Rebeca: No pasa nada, ya ni me acordaba de eso… en serio.

John: ¿Seguro? La verdad estaba preocupado…

Rebeca: No tienes por qué, los amigos también discuten, John. (Sonríe)

John: Sí, lo se pero…

Rebeca: Ahora lo que más me importa es la salud de mi hija. Ya quiero que todo termine y vuelva a ser la niña sana y risueña de siempre.

John: Estoy seguro que Miriam se va a poner bien, ya lo verás. Normalmente el trasplante de médula suele ser la mejor solución en estos casos. Debo irme, más tarde regreso con novedades. Voy a ver como va la cirugía.

Rebeca: Ok, gracias John… (Sonríe)

John: A ti... (Sonríe, se acarician los dedos de las manos, él se va)


INT. / FLORISTERÍA / DÍA

En la floristería donde trabaja Bárbara, la mulata no se espera una visita que podría cambiarlo todo. La esposa de John se encuentra preparando un ramo de flores de un encargo cuando un hombre entra en la tienda.

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Steven: Hola Barbarita… (Sonríe burlón)

Bárbara: ¿Steven? ¿Se puede saber qué haces tú aquí? Te he dicho mil veces que…

Steven: Vengo por mi dinero.

Bárbara: ¿Más dinero? ¿Te has vuelto loco o que te pasa? El mes pasado quedamos en que…

Steven: Mira preciosa… sé tu secreto y si no me pagas religiosamente cada fin de mes lo que te dije… le contaré a tu adorado maridito toda la verdad. ¿Estamos?

Bárbara: Por favor Steven, ahora no puedo pagarte… no tengo el dinero.

Steven: ¿Ah no? (Toma un jarrón y lo estampa contra unas plantas)

Bárbara: ¡AHHH!!!

Steven: ¿Crees que estoy jugando, verdad, estúpida? Tú verás o reúnes ese dinero en 24 horas o te juro que John va a descubrir tu secreto.

Bárbara: Por favor Steven… te lo ruego. No le digas nada a mi marido, John no puede saber que…

Steven: ¿Que qué? ¿Qué fuiste puta en México? Jajaja. La verdad todavía no sé como mi hermano Michael pudo tener algo contigo. Bueno, imagino que te pagaría bien… ¿No? Jajaja.

Bárbara: Eres un desgraciado, Steven…

Steven: O me pagas o atente a las consecuencias.

Bárbara: Tú no sabes con quién estás jugando, querido… No te tengo miedo.

Steven: Pues deberías tenerlo, preciosa. Me voy… y recuerda, quién avisa, no es traidor. Tienes 24 horas. ¡Chao, cariño! (Se va riendo)

Bárbara: Desgraciado hijo de puta… Ahora si que vas a saber quién soy yo malnacido…

En primer plano vemos como sus ojos brillan como el mismísimo fuego del infierno, escuchamos música incidental.


INT. / HOSPITAL DE TORONTO, SALA DE ESPERA /

Larry, el cirujano, aparece en la sala de espera. Toda la familia de Miriam espera las noticias. Junto con Larry está John.

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John: Rebeca, Michael… Les presento al doctor Ryan.

Michael: Encantado doctor… (Le da la mano al rubio)

Larry: La operación ha sido un éxito, tanto la madre biológica como la niña están perfectamente.

Rebeca: ¡Gracias a Dios! (Sonríe contenta)

Cheryl: Bueno… pues ya pasó.

John: Todavía queda el post operatorio y la recuperación, doña Cheryl.

Michael: ¿Será que podemos pasar a ver a mi hija pronto?

Larry: En cuanto se le pase el efecto de la anestesia. Pero Paula ya está consciente.

Rebeca: Michael ve a hablar con ella. Le debemos todo a esa mujer.

En ese momento Michael se va con Larry. John se despide de Rebeca.

John: Bueno pues ya nos veremos. Me alegro que todo haya salido bien.

Rebeca: Muchas gracias John. De verdad. (Sonríe feliz)

John: Cuídate, chao… (Se dan la mano y él se va)

En ese instante Betty se le acerca a Rebeca.

Betty: Guapo el doctor… ¿Eh?

Rebeca: ¿Perdón? (Volteando)

Betty: Está como un caramelo tropical el morenazo, le juro que me lo comía con patatas si tuviera 30 años menos. (Sonríe burlona)

Rebeca: ¡Pero Bettyyyy!! Jajaja.

Betty: De veras… Unas tanto y otras tan poco… Señor, ¿Qué carajos te he hecho para que no me envíes un tío de esos? Aggg… Dios da pan a quien no tiene dientes.

Rebeca: ¿Lo dices por mí? Pero bueno…

Betty: La verdad, le diré algo… Mejor que su marido si que está, pa que engañarnos, jajaja. Pa Reyes me voy a pedir uno igual. ¿Dónde hay que mandar las cartas, a todo esto?

Rebeca: Jajaja. Betty, Betty… ¿Qué voy a hacer contigo?

Betty: Meterme en un manicomio… y si hay enfermeros buenorros, mejor todavía… (Se burla)

Rebeca: Jajaja. (Sonríe contenta) Ven, vamos a la cafetería te invito a tomar un cafecito, Betty.

Betty: Ay no, a mi mínimo un cubata… déjese de cafeses y gaitas, que son las cuatro de la tarde. ¿Hace un whiskycito? (Se van juntas, Rebeca contiene la risa)


INT. / HOSPITAL DE TORONTO, HABITACIÓN DE PAULA / DÍA

En la cama, Paula está aún convaleciente tras haber sido la donante de médula ósea para Miriam. La mexicana conversa con Michael, quien está a su lado.

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Paula: ¿Qué tal la niña, Michael?

Michael: Bien, está bien. Todo salió perfecto. Gracias por todo Paula, no sé como agradecerte lo que has hecho por mi hija. Miriam lo es todo para mí. (Sonríe)

Paula: Lo sé… lo vi en tus ojos el mismo día en que te conocí.

Michael: Si te soy sincero, ahora que te conozco… cada vez le saco más parecido a Miriam contigo.

Paula: Bueno, es normal, yo la parí. Te juro que cuando la conocí en tu casa se me estremeció todo el cuerpo. Siento que he perdido una parte de mi vida y todo por un error.

Michael: No digas eso, preciosa… (Se le escapa la palabra)

Paula: Michael… (Le toma de una mano) Prométeme que siempre vas a cuidar de mi hija. Pase lo que pase.

Michael: Te lo prometo…

Paula: Rebeca es una mujer muy afortunada por tenerte, ¿Sabes? Eres un hombre… excepcional. Y muy atractivo por cierto. (Sonríe coqueta)

Michael: Ni tanto, jajaja. Tú que me ves con buenos ojos.

Paula: Es en serio… Si no estuvieras casado…

Michael: Si no… si no estuviera casado… ¿Qué?

Paula: Ya lo sabes…

Michael: No, no lo sé… (Se hace el tonto, ella sonríe con picardía)

Paula: No te hagas, sabes perfectamente de lo que hablo.

Michael: Paula…

Paula: Lo siento, no debí decir nada… perdona. Qué vas a pensar de mí. (Finge avergonzarse) Será mejor que te vayas. ¿Sí?

Michael: Pero Paula…

Paula: Vete Michael, por favor… será lo mejor… por favor.

Michael: Está bien, como quieras… (Se marcha)

Cuando el villano se ha largado, Paula sonríe echada en esa cama y habla consigo misma.

Paula: Ay papito… te tengo comiendo de mi mano, mi amor… (Sonríe astuta)


AL DÍA SIGUIENTE
INT. / HOSPITAL DE TORONTO, HABITACIÓN DE MIRIAM / DÍA

Miriam, conversa con su amiga Cinthia quien ha ido a visitarla.

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Cinthia: Me alegro mucho estés bien, amiga.

Miriam: ¿Sabes Cinthia? Esa señora se ha portado muy bien conmigo.

Cinthia: ¿Te digo una cosa? Yo hasta le encuentro parecido contigo. Tienes los mismos ojos.

Miriam: ¿En serio?

Cinthia: De veritas, si cuando la vi antes en el pasillo al llegar pensé que era tu tía o alguien de tu familia, no te digo más.


INT. / HOSPITAL DE TORONTO, CONSULTA DE JOHN

John y Rebeca conversan de pie junto a la ventana.

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Rebeca: ¿Cuándo le darán el alta a Miriam, John?

John: En un par de días supongo… no te preocupes. Miriam está evolucionando muy bien, Richard y yo estamos muy contentos con el resultado de la operación.

Rebeca: Y todo gracias a esa mujer…

John: ¿Al final le van a decir a la niña la verdad? Que Paula es su madre biológica…

Rebeca: Michael y yo lo hemos pensado y si, pero cuando ya Miriam esté completamente recuperada.

John: ¿Están seguros de hacerlo?

Rebeca: Se lo debemos a Paula, John. Esa mujer le ha salvado la vida a mi hija. Es lo menos que podemos hacer. Además… ella nos prometió que se marchara de nuevo a México y que no volverá más. Paula respeta que Miriam fuera adoptada, es más, nos está muy agradecidos por ello.

John: Yo sólo espero que esa mujer realmente sea sincera…

Rebeca: ¿Por qué dices eso? ¿Qué es lo que estás pensando?

John: Nada, no me hagas caso…


INT. / FLORISTERÍA / DÍA

Steven vuelve a la floristería de Bárbara a pedir el dinero del chantaje. La mulata le está esperando.

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Steven: ¿Tienes ya lo mío? Mira que como no me pagues…

Bárbara: Lo tengo todo aquí en este sobre, mi amor… (Sonríe falsa) Toma… puedes contarlo. Está todo.

Steven: A ver…

El villano toma el sobre y le da la espalda a Bárbara. Escuchamos música incidental. La mulata saca un puñal de un bolsillo del delantal de trabajo y sin mediar palabra se lo clava a Steven por la espalda. La villana le apuñala varias veces en una macabra y dramática escena. Bárbara es siniestra y maquiavélica.

Bárbara: Esto para que aprendas que aún no ha nacido nadie que me pueda chantajear y viva para contarlo, maldito infeliz.

El cuerpo de Steven, yace en el piso sobre un charco de sangre. Acto seguido Bárbara, con unos guantes en las manos, agarra a Steven por las botas y lo arrastra hasta la trastienda. Enseguida toma una fregona y un cubo de agua con lejía para limpiar la sangre del suelo. Ahora sólo le falta deshacerse del cadáver y borrar todas las huellas que la pudieran incriminar.


INT. / MANSIÓN WINCHESTER, DORMITORIO DE REBECA / NOCHE

Michael deja su móvil sobre la mesita de noche y se echa a dormir. Rebeca se quita los pendientes mirándose a un espejo y se pone el camisón.

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Rebeca: Me extrañó que tu hermano no haya aparecido por el hospital estos días, Michael.

Michael: Acabo de llamarle y no contesta al móvil. Es muy extraño.

Rebeca: Bueno, ya mañana intentas hablar con él. Estará por ahí, con alguna… para no variar. (Se mete con él en la cama)

Michael: Seguro… (Sonríe) Estás preciosa, mi amor… (La besa en el cuello)

Rebeca: Ahora no Michael, me duele la cabeza, estoy muy cansada.

Michael: Siempre estás igual… desde que empezó lo de Miriam no hemos vuelto a hacer el amor. ¿Se puede saber que te pasa?

Rebeca: ¿Qué me pasa? Ahora no estoy para sexo, Michael, tengo la cabeza en otras cosas, en la salud de nuestra hija.

Michael: Pero la niña ya está bien, ya pronto le darán el alta.

Rebeca: Debí haberme quedado con ella esta noche… Betty no vale para…

Michael: Betty cuidará de ella, además Miriam está en el hospital, mujer. ¿Qué le va a pasar?

Rebeca: ¿Sabes? John me ha dicho que no deberíamos decirle a la niña sobre Paula. Sobre que es su madre biológica, quiero decir.

Michael: Ya estamos con John… ¿Qué sabrá ese tipo si no tiene hijos siquiera?

Rebeca: Voy a intentar dormir, hasta mañana Michael.

Michael: Hasta mañana.

Ambos se dan media vuelta en la cama, mirando hacia lados diferentes de la habitación. Michael apaga la luz de la mesilla de noche.


DÍAS DESPUÉS
INT. / CASA HASSAN, SALÓN / DÍA

John está conversando con su mujer. Ambos de pie en la sala, junto al sofá.

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Bárbara: Voy a viajar a Jamaica unos días, mi amor.

John: ¿A tu país? ¿Y eso por qué? ¿Le pasó algo a tu madre?

Bárbara: Está en el hospital, al parecer la ingresaron por amago de infarto.

John: Está bien… lamento no poder acompañarte. Sabes que la aprecio. Ojalá se recupere pronto.

Bárbara: Estaré de vuelta la semana que viene. Voy a hacer las maletas, me marcho esta tarde a Kingston.


INT. / HOSPITAL DE TORONTO, HABITACIÓN DE MIRIAM / DÍA

Rebeca está hablando con su hija, sentada en una silla junto a su cama.

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Miriam: ¿Ya me dan el alta hoy, mami? Ay qué bien. (Sonríe)

Rebeca: Así es, mi amor… ya hoy vuelves para la casa. ¿Qué te parece?

Miriam: Genial… ya tengo ganas de volver al cole y jugar con Cinthia.

Rebeca: ¿Cómo te sientes cariño? ¿Notas mejoría?

Miriam: No lo sé, creo que sí… ya no me notó tan cansada.

Rebeca: Bueno poco a poco… John me dijo que este proceso llevará tiempo pero que estás fuera de peligro ya. Ay hija, estoy más contenta. Al final termina esta pesadilla. (Sonríe) Te quiero mi vida. (La besa en la frente)

Miriam: Y yo a ti, mamá. (Sonríe feliz)


INT. / MANSIÓN WINCHESTER, DORMITORIO DE REBECA / DÍA

Michael y Paula se están enrollando en el dormitorio conyugal, el villano finamente ha caído en la tentación. Ambos se besan apasionadamente, Michael la tiene contra la pared, la besa por el cuello, la mete mano bajo la falda. Paula se deja llevar, se devoran la boca a besos sin descanso.

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Paula: ¿Y tu mujer, Michael?

Michael: No te preocupes, está en el hospital con Miriam… Mi madre y Betty salieron de compras… Estamos solos en la casa.

Paula: Me vuelves loca… te deseo… (Se besan)

Ella le abre la camisa saltando todos los botones, Michael la carga contra la pared levantándole la falda para arriba y así salvajemente terminan haciendo el amor. Paula gime como gata en celo mientras Michael la hace suya sin descanso una y otra vez, cargada contra la pared. Escuchamos música incidental.


INT. / HOSPITAL DE TORONTO, HALL PRINCIPAL / DÍA

Rebeca se encuentra con John.

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John: ¿Qué tal Miriam?

Rebeca: Ya en un rato nos vamos para la casa. Estoy más feliz, John.

John: Qué bueno, me alegro mucho por ti. (Sonríe amable)

Rebeca: Siento si he estado un poco grosera contigo pero es que… no sé, creo que me afectó lo de la enfermedad de mi hija. Lo siento.

John: Dijiste que todo olvidado. ¿No?

Rebeca: Así es… y para que veas, como Miriam no tendrá el alta hasta esta tarde, te invito a comer. ¿Quieres?

John: No me puedo negar me imagino…

Rebeca: No puedes… (Sonríe)

John: Está bien… (Sonríe)

Ambos se van hacia la cafetería del hospital. Justo en ese momento se escucha una fortísima explosión que proviene de la calle, es un coche bomba. Las ventanas del hall del hospital estallan en mil pedazos, la gente comienza a gritar. Escuchamos música incidental. Rebeca y John han caído al suelo, ella encima de él.

John: ¿Estás bien? (Preocupado)

Rebeca: Cre… creo que sí… ¿Qué ha pasado, Dios mío? (Asustada)

John: Creo fue una explosión en la calle… Tienes un corte en la frente…

Rebeca: ¿En serio? (Preocupada)

La situación es muy tensa, Rebeca, sobre John, ambos echados en el piso del hall, mientras hay gente corriendo de acá para allá y otra en el suelo. Todo el mundo muy asustado por el atentado. John y Rebeca se miran así, frente a frente, una sobre el otro, sin decir nada y la tensión sexual entre los dos aumenta por momentos.

Rebeca: Lo siento… será mejor que… (Se aparta)

John: Dios mío… (Mirando a su alrededor)

Rebeca: ¡Miriam! ¡Tengo que subir a ver si está bien!

John: Está bien… pero ten cuidado. Voy a atender a estas personas… ¡Enfermera! ¡Avisen a la policía, a los bomberos! ¡Rápido!


CONTINUARÁ…

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