lunes, 16 de noviembre de 2015

Capítulo 9

HERIDAS DEL CORAZÓN
CAPÍTULO 9: ADIÓS, REBECA



TORONTO, CANADÁ
INT. / HOSPITAL DE TORONTO, DESPACHO DE DIRECCIÓN / DÍA

Rebeca y John continúan besándose abrazados junto a la ventana del despacho pero repentinamente ella se retira, muy avergonzada y arrepentida.

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Rebeca: ¡Esto no está bien, John! ¡No está nada bien! (Angustiada)

John: Tú lo deseabas tanto como yo y lo sabes, te sentí.

Rebeca: No sentí nada… deja de inventar…

John: ¿Y el beso del otro día? ¿Qué? ¿También me lo inventé?

Rebeca: John, esto no puede ser… es cierto que te besé pero tú no debiste besarme ahora. ¡No debiste!

John: ¡Pues bien que te dejaste! (Molesto) ¡No te entiendo!

Rebeca: Soy una mujer casada, John, ca-sa-da. ¿Qué es lo que no entiendes?

John: Casada pero me besaste… Lo siento no pude contenerme, no sé que me pasa contigo, sólo sé que… que…

Rebeca: ¿Qué qué?

John: Nada, olvídalo… Es mejor que me vaya.

Rebeca: Está bien, sí, será lo mejor.

John: Adiós, Rebeca. (Abriendo la puerta del despacho, se va)

En ese momento ella se acerca a cerrar la puerta y se siente tan confundida que no sabe que pensar.

Rebeca: Dios mío pero que hice… Yo tengo la culpa, yo… Seguro se ha ilusionado conmigo por el beso del otro día y… ahora… Ay no. Esto no puede ser Rebeca, tú amas a tu marido, a quién tú quieres es a Michael. (Hace una pausa) ¿Pero por qué demonios no me puedo sacar a John de la cabeza, por qué? ¿Qué me pasa con ese hombre? ¡Creo que me estoy volviendo loca! ¡Loca! (Angustiada y muy preocupada)


DÍAS DESPUÉS
INT. / MANSIÓN WINCHESTER, DORMITORIO DE REBECA / DÍA

Michael y Paula se están besando y desnudándose, de pie, junto a la puerta. Ambos siguen su relación clandestina.

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Paula: ¿Seguro que no va a venir nadie, mi amor?

Michael: Mi madre salió con sus amigas a almorzar y Betty quedó en ir a comer con mi hija a un centro comercial a la salida del colegio.

Paula: ¿Y tu mujer?

Michael: Rebeca me dijo que no podría venir a comer hoy tampoco. Que tiene mucho que hacer en el hospital.

Paula: Estoy pensando en pedirle algo a Rebeca… ¿Crees que me dé chamba en ese hospital?

Michael: ¿Qué es chamba?

Paula: Trabajo, empleo… En mi país chamba es trabajo, idiota. (Se burla)

Michael: Qué palabras más raras, jajaja. (Se besan de nuevo)

Paula: Necesito un trabajo Michael, no quiero irme de nuevo a mi país. ¿Entiendes?

Michael: Pensé ibas a trabajar con Bárbara en su floristería… ¿Por cierto ustedes dos ya se conocían de antes?

Paula: No… nada que ver… Es que… es que hablé con Kate, la amiga de tu mujer un día que me la encontré cerca del hospital y… bueno hablando y hablando le comenté de si sabía de algún sitio donde buscasen compañera de depa y demás.

Michael: ¿Compañera? ¿Qué pasó ya no está con el moro ese?

Paula: Eso parece, el tal John creo que la va a dejar, se ha ido de la casa y todo. No te digo más.

Michael: Qué cosa más rara… (Comienza a pensar en Rebeca)

Paula: Pero ya dejemos de hablar de nadie… Bésame, quiero que me hagas el amor contra la pared. Necesito sentirte… (Le besa sin descanso como gata en celo)

Michael: Me vuelves loco, no puedo estar sin ti, Paula, no puedo… (Se besan y se desnudan rápidamente deseando estar juntos nuevamente)


INT. / CASA QUINTANA, SALÓN / DÍA

John se despide de sus amigos. Junto a él, en la sala, están Richard, su esposa Kate, así como la hija de ambos, Cinthia. El médico iraní se abraza con todos ellos. La niña comienza a llorar.

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Cinthia: No te vayas tan lejos padrino… por fa.

Kate: No insistas, Cinthia. John ya tomó la decisión, no hay vuelta atrás. Su vuelo sale en poco más de tres horas.

John: Lo siento, cariño… (Le da un beso en la frente a su ahijada) Pero así es la vida.

Richard: ¿Entonces va en serio? ¿Vas a… vas a divorciarte de Bárbara, John?

John: Sí, cuando esté en Dubai hablaré con un abogado para preparar la demanda de divorcio, no quiero volver a verla ni hablar con ella, no me hace bien.

Richard: Como quieras… yo entiendo que si las cosas con tu esposa no iban bien pues… bueno… (Richard sabe todo lo referente al pasado de Bárbara ya, igual que Kate)

Kate: Cuídate mucho John, y no te olvides de llamar en cuanto aterrices por esos lugares.

Cinthia: Ten cuidado padrino, dicen que en esos países hay mucha inseguridad.

John: Eso no es cierto, Cinthia. Los Emiratos Árabes son una zona muy segura y tranquila, no me voy a Afganistán ni a Siria. Creo que estás confundida.

Cinthia: Ay no sé, pero es que con las cosas que pasan… el atentado del hospital, ahora lo de París… Me da miedo te pase algo allá.

John: No me va a pasar nada, princesa. Ven… (Se agacha a su altura) Cuando quieran me pueden ir a visitar a Dubai. ¿OK?

Richard: Ay John… nos saldría por un ojo de la cara el viaje.

John: Bueno pues prometo venir al menos… cada seis meses. ¿Les parece? El hospital de Dubai me paga los viajes durante el primer año.

Kate: Ah pues eso está divino, John. Genial.

Richard: Bueno vamos que el taxi debe estar por llegar… Deberías haberme dejado llevarte al aeropuerto, no me cuesta nada, John.

John: No Richard, no seas pesado. Tú y tu familia se van a pasar el fin de semana a una casa rural, y mira la hora que es y todavía están así.

Kate: Eso digo yo… Vamos Cinthia, ayúdame a terminar las maletas.

Cinthia: ¡Un beso padrino! (Le da un beso en la mejilla a John)

John: Cuida a tu padre y a tu madre. ¿Eh? (Sonríe)

Cinthia: ¡Lo haré! (Sonríe pero triste)

John: Hasta pronto… (Tomando sus maletas, Richard le ayuda con una más grande y salen a la calle)


INT. / CASA HASSAN, SALÓN / DÍA

Bárbara está pasando la aspiradora sobre una gran alfombra cuando tocan al timbre. La mulata apaga la máquina y va a abrir la puerta, pero se encuentra con alguien que no esperaba. Con nada menos que con Steven. Escuchamos música incidental. El villano lleva unos guantes negros cubriendo sus manos.

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Steven: Hola mi reina… (Sonríe burlón pero con malicia) ¿Cómo estás maldita asesina?

El hermano de Michael se abalanza sobre ella y la toma del cuello con mucha fuerza, tratando de ahogarla.

Bárbara: ¡AHHHHGGGG!!! (Muy asustada)

Steven: Pensabas que había muerto. ¿Verdad zorra? Pues ya ves que estoy más vivo que nunca, negra del demonio.

Bárbara: ¡AHHH!!! ¡Soco…!! ¡AHGGGG!!!! (Se ahoga)

Steven: ¿Qué, te gustaron las fotitos que le mandé a tu marido el árabe? Imagino te mandó a tomar por saco…. ¡Es lo que te mereces, maldita perra!!! (Presionando más el cuello de la joven)

Bárbara: ¡AGGGG!!! ¡AGGGGGG!!!!!

Steven: Voy a acabar contigo, maldita zorra de quinta, pero antes… (La suelta y cierra la puerta, Steven saca una pistola de su chaqueta y le apunta con ella)

Bárbara: ¡Estás loco! ¡Socorroooooo!!!

Steven: ¡Cállate hija de puta! ¡Cállate o te meto un balazo entre ceja y ceja, desgraciada!

Bárbara: Yo te mate, tú estabas muerto, ¡Muertooooooooo!!!! (Horrorizada)

Steven: ¡Pues ya ves que estoy vivoooooooooo, estúpidaaaaaaaaa!!!!!! ¡Vivooooooo!!!! (Con el arma apuntando a la mulata)

Bárbara: Estás loco, loco de remate. Arruinaste mi matrimonio, maldito infeliz. ¡Te odioooooooo!!!!

Steven: Y tu casi me mandas al otro barrio pero no te ibas a salir con la tuya, perra asquerosa. ¡Agarra ese papel y ese bolígrafo! ¡Ahora!! (le señala la mesa)

Bárbara: ¡No voy a hacer nada!

Steven: ¡Que lo hagas!!! ¡Hazlo!!!

La esposa de John se ve obligada siendo amenazada con la pistola. Bárbara toma el papel y el bolígrafo.

Steven: ¡Sin trucos, que nos conocemos! Ahora mismo vas a escribir ahí una nota de despedida para tu maridito. ¿Entendiste?

Bárbara: ¿Una nota de…? (Asustada)

Steven: ¡ESCRIBEEEE!!!! (Furioso, a punto de apretar el gatillo) O lo haces o te juro que mato a John. ¿Entendiste? ¡Lo mato!

Bárbara: No por favor, no le hagas daño a mi marido, por favor….

Steven: Pues escribe, rápido que no tengo todo el día, estúpida.

La mulata escribe entre lágrimas dicha nota, en segundos termina y…

Steven: Ahora siéntate en esa silla. (Steven lee la nota por encima)

Ella mientras se sienta en la silla, muy asustada, completamente horrorizada y aterrada, entre lágrimas.

Steven: ¿Qué creías que te ibas a salir con la tuya, desgraciada? Aquí quien ríe el último ríe mejor, aún no ha nacido quien pueda con Steven Winchester.

Bárbara: ¿Se puede saber por qué me has hecho esto? ¿Qué sacabas con enviarle a John esas fotos?

Steven: Quería dinero, tú no me lo ibas a dar, así que… ¡Además intentaste matarme!!!

Bárbara: ¡Eres un psicópata, estás enfermo!! Deberían ingresarte en un manicomio.

Steven: Habló la prostituta barata que se ganaba la vida acostándose con cientos de hombres en México. A saber a cuantos te habrás tirado… Pobrecito el morito… jajaja.

Bárbara: Eres despreciable…

Steven: No, querida, aquí la única despreciable, mentirosa, zorra y asesina… Eres tú. (Soberbio, se coloca a su lado y le apunta con la pistola en la cabeza)

Bárbara: Por favor, no, no me mates, Steven, por favor… no… no…. (Aterrorizada)

Steven: Pero voy a estar mucho mejor en unos segundos… ¡Adiós mi negra, nos vemos… en el infierno!!

En ese momento Steven dispara el arma, la pistola lleva silenciador. El tiro le atreviesa el cráneo a Bárbara matándola en el acto en una dramática y sobrecogedora escena. La sangre salpica la pared de al lado. Bárbara cae de la silla, ya sin vida. Steven limpia la pistola con un trapo.

Steven: Ahora la segunda parte del plan…

El villano le coloca la pistola en la mano derecha a Bárbara, para fingir un suicidio en toda regla. Seguidamente Steven borra toda posible huella, a pesar de que lleva guantes y en cuestión de pocos minutos desaparece de la casa sin dejar rastro. Sobre la mesa de la sala vemos una nota, no podemos leerla aún, pero es la despedida de Bárbara para John.


INT. / MANSIÓN WINCHESTER, SALÓN / DÍA

Rebeca acaba de llegar a su casa, ha cambiado de planes y ha llegado para comer, pues ya es la hora. Nuestra protagonista deja sus llaves sobre un cenicero de una mesita pequeña del salón y sube por las escaleras lentamente. Rebeca piensa que no hay nadie en la casa.

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INT. / MANSIÓN WINCHESTER, DORMITORIO DE REBECA / DÍA

En la cama, Michael y Paula están teniendo una sesión de sexo salvaje, la mexicana le cabalga mientras él está echado boca arriba. Ambos completamente desnudos. Paula gime como una loca, mientras Michael la toma de las caderas y devora sus pechos con sus labios sin descanso. Escuchamos música incidental. 

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Rebeca camina por el pasillo y comienza a escuchar los gemidos y el escándalo. La joven no puede creer lo que está oyendo ni mucho menos se imagina lo que está a punto de presenciar. La puerta de la habitación está entreabierta. Rebeca llega finalmente y lo ve todo por la rendija. Nuestra protagonista se lleva una mano a la boca y rompe a llorar. Escuchamos fuerte música incidental muy dramática. Rebeca, alucinada, no es capaz de articular palabra… Dentro del dormitorio Michael y Paula siguen su diversión ajenos a la mirada indiscreta de la puerta. Rebeca no sabe que hacer, por un lado siente deseos de entrar, y por otro de largarse inmediatamente. Por su cabeza pasan varias cosas, Rebeca llora desconsolada tras la puerta, apoyada con la nuca en la pared de al lado, tratando de no hacer ruido.


INT. / CENTRO COMERCIAL, RESTAURANTE / DÍA

Betty y Miriam están almorzando sentadas a una mesa. La criada y la niña conversan animadamente.

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Miriam: Betty… ¿Te puedo preguntar una cosa?

Betty: Tú dirás, cariño… (Tomando un vaso de coca cola)

Miriam: ¿Por qué no me parezco a mi mamá?

En ese momento Betty escupe la coca cola, casi se ahoga, pues ella sabe que la niña es adoptada.

Betty: ¿Por, por qué me preguntas eso?

Miriam: Es que… es que Cinthia dice que no me parezco en nada a mi mamá, y la verdad no sé, tampoco me encuentro parecido con mi papá, bueno los ojos tal vez pero…

Betty: Ay mi niña, no hagas caso de esa mocosa, esa Cinthia es tonta del culo, te lo digo yo… Tú ni caso, mi amor, ni caso… (Pensando: Ay madre que esta sospecha algo… no puede ser)


INT. / MANSIÓN WINCHESTER, DORMITORIO DE REBECA / DÍA

Michael y Paula terminan de hacer el amor en la cama. Fuera, en el pasillo, Rebeca deja de llorar y se limpia las lágrimas en silencio. La joven se arma de valor y abre la puerta de golpe. Su marido y su amante no pueden creer lo que ven. Rebeca entra en la habitación.

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Rebeca: ¡ERES UN CERDOOOOOOOOO!!!

Michael: ¡REBECAAAAAA!!! (Asustado)

Paula: Oh Dios mío… no puede ser… Es tu mujer.

Rebeca: Claro que soy su mujer, desgraciada. ¡Eres una vagabunda! ¡UNA AUTÉNTICA ZORRA!!!!

Michael: Rebeca, mi amor… (Se pone un bóxer)

Rebeca: ¡Cállate, maldito bastardo! No quiero escucharte… Me dan asco… En mi propia casa, en mi propia cama. ¡ERES UN DEGENERADO!!!!

Michael: Cariño… por favor… (Se le acerca)

Rebeca: ¡No me toquessss!!! (Histérica le suelta una bofetada que le cruza la cara)

Michael: ¡AHHHH!!!!

Paula: Esta mujer se volvió loca… Michael. (Se levanta de la cama envuelta en las sábanas)

Rebeca: Cierra esa boca asquerosa de golfa que tienes, Paula… porque no respondo.

Paula: ¿Qué vas a hacer, me vas a pegar, estúpida? Mira Rebequita, si tu marido se buscó otra es porque tú no le darías lo que necesitaba.

Rebeca: ¡Cállateeeee!!!!!!  Te abrí las puertas de mi casa para que ayudaras a mi hija y así nos lo pagas… ¡Revolcándote con mi marido!!! ¡Te voy a matar, desgraciada, te lo jurooo!!!! ¡Te voy a matarrrr!!!!

En ese momento, Rebeca, como si estuviera poseída por el demonio, le pega una bofetada a la mexicana y rápidamente la agarra a Paula del cabello y la jalonea con mucha fuerza, como si quisiera dejarla calva. Escuchamos música incidental.

Paula: ¡AHHHHHHHHHHH!!!! ¡Ayúdame Michael, tu mujer está locaa!!! AHHHHHHHHH!!!!!!

Michael: ¡Suéltala, Rebeca, que la sueltes!!!!

Pero nuestra protagonista logra sacar a Paula del dormitorio casi a la rastra. Michael se pone un pantalón mientras, muy nervioso. En el pasillo Rebeca sigue tirando del pelo a Paula con tal fuerza que la mexicana grita de forma desgarradora.

Paula: ¡AHHHHHHHHHHHH!!!!!!

Rebeca: Ahora mismo… te vas de mi casa… ¡AHORA. MISMOOOOO!!! (Arrastrándola del cabello)

Paula: ¡AHHHHHHHHHHHHH!!!!!!

La villana chilla de dolor, Rebeca la va arrancar la cabellera de cuajo. Michael sale y logra separarlas.

Michael: ¡Ya bastaaaaaaaaa!!! ¡BASTA!!!!

Rebeca: ¡SUÉLTAME DESGRACIADOOO!!

Nuestra protagonista le pega una brutal bofetada con la mano vuelta a Michael, la cachetada es tan fuerte que su sonido llena la escena. Rebeca rompe a llorar desconsolada y sale corriendo, bajando las escaleras a toda prisa. Michael va tras ella.

Michael: ¡Espera Rebeca, espera mi amor!!!!

Pero la joven logra salir de la casa, subir a su coche y arrancar a toda prisa. Michael no consigue alcanzarla en la calle. Dentro de la casa, Paula se resiente del cabello, furiosa. Michael entra en la mansión de nuevo. Paula baja las escaleras.

Paula: ¡Esa tipa es una psicópata!!!! ¡Está locaaaa!!! ¡LOCAAAAAAAAA!!!!

Michael: ¡Ya es suficiente! ¡Se acabó! Maldita sea… esto no puede estar pasando. ¿Qué vamos a hacer ahora?

Paula: ¿Vamos? Eso suena a mucha gente, tú verás lo que haces porque yo… me largo de aquí. (Ya vestida se marcha muy enojada e indignada)

En la sala, Michael se lleva las manos a la cabeza, muy preocupado.


INT. / COCHE DE REBECA / DÍA

Rebeca conduce su auto demasiado rápido, a mucha velocidad. La joven va llorando destrozada al volante. Rebeca no puede creer que su marido la haya sido infiel nada menos que con la madre biológica de Miriam. La joven, inmersa en un mar de lágrimas, pone rumbo al aeropuerto. Sabe que John se iba hoy pero no él no se quiso despedir. Rebeca siente que debe hablar con él, que debe contarle todo.

Rebeca: No te vayas John, tienes que ayudarme, necesito a mi amigo, a mi mejor amigo… (Llorando al volante)

Escuchamos música incidental. Rebeca llega finalmente al aeropuerto. La joven se baja del coche y da un portazo. Rebeca corre hacia la terminal a toda prisa. Se le rompe un tacón y sin pensarlo rompe el otro para seguir corriendo a toda velocidad.


INT. / AEROPUERTO DE TORONTO, ZONA DE SALIDAS / DÍA

John escucha el anuncio de su vuelo, está a punto de cruzar los controles de seguridad. Ya ha facturado sus maletas.

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Megafonía: Atención por favor, señores pasajeros del vuelo Air Canadá 8975 con destino Dubai, embarquen por puerta B17, Dubai, puerta B17.

John: Es mi vuelo… bueno pues… adiós Canadá… Hasta pronto…

Justo cuando John está a punto de cruzar los controles de seguridad, vemos a Rebeca corriendo entre la gente, llorando desconsolada, con los zapatos ya sin tacones, casi cojeando. Rebeca ve a John y empieza a gritar, a llamarle.

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Rebeca: ¡JOHNNNN!!! ¡JOHNNNNNN!!!! ¡No te vayas por favor!!!  ¡Esperaaaaa!!! (Llorando)

Pero John no dice nada, solo piensa en silencio.

John: Debo irme… esto no puede ser… No puede ser… (Cruzando los controles)

Rebeca llega casi sin aliento y trata de cruzar pero los guardias no la dejan.

Rebeca: ¡Por favor John! ¡No te vayas! Necesito hablar contigo, es importante. Por favor… (Llorando)

Al otro lado de la valla, John le responde.

John: ¿Qué quieres? ¿A qué viniste? Quedamos que no habría despedidas. (Con lágrimas en los ojos)

Rebeca: No te vayas por favor, escúchame… por favor… (Llorando)

John: ¿Qué pasa, por qué estás así?

Rebeca: Michael, Michael me engaña con Paula.

John: ¿Quéee? (Cruzando los controles de nuevo hacia ella)

Rebeca: Los pillé en la cama, en mi propia casa… John. (Destrozada en lágrimas)

John: Dios mío… (La abraza sin pensarlo) Lo siento, lo siento mucho de verdad.

Rebeca: No me dejes ahora por favor… ahora no… no sé que voy a hacer sin mi amigo. (Llorando entre sus brazos)

John: Rebeca… (Casi llorando como ella)

Ambos se quedan abrazados así en silencio, todo el mundo les mira. Escuchamos música incidental.

CONTINUARÁ…





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