HERIDAS DEL CORAZÓN
CAPÍTULO 8: AMOR
IMPOSIBLE
TORONTO, CANADÁ
INT. / MANSIÓN WINCHESTER, SALÓN / NOCHE
Michael está en la
sala hablando con Betty, con ellos están doña Cheryl y la pequeña Miriam.
Betty: Así es
señor, la señora Rebeca no ha llegado todavía. Estoy muy preocupada.
Michael: ¿La han
llamado al móvil?
Cheryl: Ya le hemos
marcado y nada que contesta…
Miriam: ¿Y si le
pasó algo a mí mamá? ¡Ay nooo!!! (Preocupada)
Betty: Tranquila mi
niña, seguro está bien… (Preocupada también)
Michael: No lo
creo, espero que no… Voy a ir al hospital a ver si aún sigue allí. La verdad yo
también empiezo a preocuparme. Nunca llega tan tarde a casa.
Cheryl: Con eso de
que ahora es directora de ese hospital…. Pues…
Michael: ¿Qué? ¿Al
final se presentó al puesto? No me lo puedo creer…
Cheryl: Pues como
lo oyes. Pensé que tú lo sabías, hijo.
Michael: ¡Yo que
diablos voy a saber! ¡Deja que hable con ella porque me va a escuchar! Ya me
había comentado algo sobre eso un día pero no le di mayor importancia. Pensé
era un capricho de ella pero ya veo que no.
Cheryl: La verdad
esa mujercita tuya hace lo que le da la gana, te tiene de pelele.
Michael: ¡Basta
mamá! No empieces, yo no soy ningún pelele.
Miriam: Ya por
favor no discutan, ahora lo único que importa es encontrar a mi mamá.
Betty: Eso mismo
digo yo…
Cheryl: ¡Tú te
callas Betty! ¡Te callas! Que me tienes harta por otros motivos. Si de mí
dependiera te juro que te echaba a la calle.
Betty: ¡Oiga doñita,
conmigo no la pague! ¿Eh? ¡Pero bueno! ¿Se puede saber qué bicho le picó a esta
vieja momia ahora? (Molesta, mirando a Michael)
Cheryl: ¡Esto es el
colmo! ¿Michael has visto como me habla esta chacha igualada?
Michael: No me
interesan tus pleitos con Betty, arréglenlo entre ustedes dos. Yo tengo que
irme. Voy al hospital.
Miriam: Espero mi
mamita esté bien papá.
Michael: Ya verás
como sí, no te preocupes mi amor. (Le da un beso en la frente y se va)
Cheryl: Yo me voy a
jugar al bingo con mis amigas, Betty, no me esperes levantada.
Betty: ¿Al bingo? ¿Su
nuera está desaparecida y a usted no se le ocurre otra cosa mejor que irse a
jugar al bingo? Definitivamente usted no tiene sangre en las venas, tiene
horchata.
Cheryl: Cierra el
pico cacatúa… Lo que yo haga o deje de hacer, a ti ni te va ni te viene. (Se
va)
Betty: ¿Pero tú has
visto, Miriam? Tu abuela es una bruja…
Miriam: Solo le
falta la escoba… jajaja.
Betty: Y la verruga
verde en la nariz esa tan fea que tiene… Jajajaja. (Ambas ríen a carcajadas)
INT. / HOSPITAL DE
TORONTO, DESPACHO DE DIRECCIÓN / NOCHE
Rebeca y John siguen
encerrados en el despacho, el picaporte no gira. Ambos conversan de pie junto a
la puerta.
John: Si queremos
que alguien nos escuche vamos a tener que gritar.
Rebeca: Ay no, y
que piensen que tu y yo…
John: ¿Qué tú y yo
qué? Que estábamos haciendo cosas malas encerrados en tu despacho, jajaja. (Se
burla)
Rebeca: ¡Eres un
pervertido! (Avergonzada, contiene la risa)
John: Pero es lo
que querías decir… ¿No? Jajaja.
Rebeca: ¡Calla
bobo, que eres un bobo! (Le pega levemente en el pecho)
John: Me gusta
cuando sonríes… (Sonríe él también)
Rebeca: Ay John…
(Se aleja de él, nerviosa)
John: ¿Qué, qué
dije ahora? (Preocupado)
Rebeca: Nada… es
que… es que mi familia seguro se está preguntando a estas horas donde estoy.
Seguro están preocupados por mí.
John: Tranquila
verás como pronto nos sacan de aquí. (Gritando) ¡Holaaaaa!! ¿Alguien que nos
pueda escuchar? (Junto a la puerta)
Rebeca: Es inútil,
seguro ya todos los de esta zona se fueron… Estamos solos.
John: Tiene que
haber alguna forma de que nos ayuden… ¿Y si gritamos por la ventana?
Rebeca: Ay John,
por Dios, ni que hubiera un incendio, tampoco hay que dramatizar.
John: ¿En qué
quedamos, quieres salir de aquí o no? (Extrañado)
Rebeca: Si te digo
la verdad… no tengo ni ganas de volver a mi casa.
John: ¿Y eso por
qué? No entiendo. ¿Te pasa algo con tu familia?
Rebeca: Es Michael,
de un tiempo a esta parte está muy raro conmigo, a cada cosa que diga o haga se
molesta. Ha cambiado mucho.
John: Tal vez las
cosas no le vayan bien en el ayuntamiento, además pronto serán las elecciones
municipales y…
Rebeca: No, no es
por eso… yo sé que algo le pasa y es conmigo.
John: ¿Tú crees?
Rebeca: ¿Sabes? No
le he dicho nada de esto a nadie, ni a Kate ni mucho menos a la chismosa de
Betty pero el caso es que…
John: ¿Qué? ¿El
caso es…? (Intrigado)
Rebeca: Ay John, no
lo entenderías… mejor olvida el tema, por favor.
John: ¿Y eso por
qué? ¿No decías que somos amigos? Pues entonces puedes confiar en mí, yo no le
voy a contar nada a nadie.
Rebeca: Es que no
son cosas para contar a un hombre… si fueras mujer pues…
John: Jajaja. Lo
que me faltaba por escuchar hoy. En serio, quién te entiende…
Rebeca: Michael y
yo hace tiempo que no… bueno ya sabes.
John: Ahm…
Rebeca: Dirás que
ando paranoica pero he llegado a pensar que tiene otra mujer, no sé.
John: ¿Acaso es que
le has descubierto algo o alguien?
Rebeca: No, nada…
pero… no sé, está tan raro últimamente, ya no es cariñoso conmigo, sólo con la
niña. Es como si… como si ya no sintiera lo mismo de antes por mí.
John: No digas eso,
mujer, será el estrés del trabajo, yo que se… ¿Cómo no te iba a querer tu
esposo siendo como tú eres?
Rebeca: Eso lo
dices porque eres mi amigo… (Triste)
John: Lo digo en
serio, Rebeca. Aunque no lo creas eres una mujer muy especial. Eres guapa,
talentosa… Cualquier hombre quisiera estar contigo.
Rebeca: ¿Y tú?
(Avergonzada) Perdón, no debí decir eso… lo siento.
John: ¿Yo?
(Avergonzado, mirando para otro lado) Este… no… no estamos hablando de mi.
(Nervioso se aleja un poco)
Rebeca: Disculpa John,
en serio, no debería haberte contado nada. Es que no sé que me pasa. Mi marido
siento que ya no me ama y…
John: Yo también
estoy decepcionado con Bárbara. De hecho creo que voy a pedir el divorcio,
Rebeca. No puedo seguir con ella, ya no confío en mi esposa. Me engañó durante
dos años sobre su pasado. Nunca me lo contó. Siento que soy un completo
imbécil.
Rebeca: No digas
eso John… no lo eres. (Se le acerca y le acaricia la cara con ternura)
John: Es lo que
siento… (Triste)
Rebeca: Bárbara no
sabe lo que tiene, porque eres un hombre maravilloso, John. (Sonríe aunque con
pena en la mirada)
John: Gracias
Rebeca.
Rebeca: De nada…
En ese momento que
están tan cerca, nuevamente vuelven a sentir un impulso casi irrefrenable de
besarse. John y Rebeca se miran a los ojos, a los labios… La situación es de gran
tensión sexual entre ambos pero ninguno se atreve a dar el primer paso.
Únicamente se miran hasta que… Rebeca finalmente se lanza y le roba un tierno y
apasionado beso a su amigo. Nuestra pareja protagonista se funde en un
romántico beso mientras escuchamos el estribillo de “That sounds good to me”,
de Josh Dubovie. Rebeca y John siguen dejando llevar por los sentimientos…
En ese momento
tocan a la puerta, al otro lado en el pasillo está Michael.
Michael: ¿Rebeca? ¡REBECA!
¿Estás ahí mi amor? (Intrigado)
John y Rebeca se
separan, ambos muy nerviosos, ella se retira bruscamente de él.
Rebeca: (En voz
baja) ¡Dios mío, es mi marido! (Asustada y preocupada)
John: No puede ser…
¿Qué hace Michael acá?
Rebeca: ¡Cállate,
habla en voz baja! No puede saber que estoy contigo aquí.
Al otro lado de la
puerta…
Michael: ¡REBECA! ¡Ábreme
la puerta! (Molesto) ¿Con quién hablas?
Rebeca: Michael, mi
amor… tuve un problema con la puerta, no se abre, está atascada. Intentaba
llamar a… a los de mantenimiento por teléfono pero…
Michael: ¿Y por qué
no me llamaste al móvil?
Rebeca: Lo siento,
ni cuenta me di. ¿Podrías avisarles tú, por favor?
Michael: No hace
falta, voy a intentar forzar la puerta desde aquí. Aléjate por si acaso.
Rebeca: ¡Está bien
Michael! (Y en voz baja mirando a John) Rápido, escóndete en el cuarto de baño,
mi marido no puede encontrarte aquí, no se creerá nada si te ve conmigo.
John: Pero Rebeca…
Rebeca: ¡Pero nada!
(Le empuja al cuarto de baño del despacho y cierra la puerta)
En ese momento
Michael pega una patada a la puerta y logra abrirla bruscamente, escuchamos
música incidental.
Rebeca: ¡Michael!
Michael: ¿Estás
bien mi vida? (La abraza y la besa en la frente) Estábamos muy preocupados por ti.
Deberías habernos llamado a la casa, mujer.
Rebeca: Lo siento,
quería que lo solucionara alguien de acá del hospital. Justo me iba a ir para
casa cuando me di cuenta que el picaporte no funcionaba y… (Nerviosa, mirando a
la puerta del baño)
Tras dicha puerta
está John, quien escucha la conversación.
Michael: Mañana les
dices que cambien esta puerta… siento el estropicio pero… era la única forma de
abrirla.
Rebeca: No pasa
nada, no te preocupes… Espera que tomo mi bolso y nos vamos. (Lo agarra de una
silla) Gracias Michael, no sé que habría hecho sin ti, mi amor.
Michael: Por cierto
me dijo mi madre que ahora eres la directora del hospital. No me habías dicho.
Rebeca: Te dije que
me iba a presentar pero… bueno ya te cuento por el camino.
Michael: Está bien… (Finge no molestarse pero no le ha
gustado la noticia)
Finalmente John
sale del cuarto de baño y en el despacho se queda pensativo… El médico recuerda
el beso que se acaban de dar Rebeca y él segundos antes y no sabe por qué. O no
lo quiere saber…
INT. / CASA HASSAN,
COCINA / NOCHE
Bárbara y Paula
terminan de cenar, sentadas a la mesa de la cocina. Las dos amigas charlan
mientras la mexicana se fuma un cigarrillo.
Bárbara: Necesito
hablar con John… tiene que escucharme, yo sé que me va a perdonar.
Paula: ¿Sabes ya
quién demonios le mandó esas malditas fotos? Deberías pensar, alguien te quiere
mal y quiere hacerte daño. Y por lo que se ve, lo logró.
Bárbara: Sólo había
una persona que sabía mi secreto pero ya no vive aquí.
La mulata habla de
Steven, a quien mató hace varios capítulos pero no le cuenta a su amiga la
verdad.
Paula: ¿Cómo así
que ya no vive acá? ¿De quién carajos hablas?
Bárbara: De nadie,
un tipo que me estaba chantajeando pero… le pagué y se largó de la ciudad para
no volver. Así que no ha sido él.
Paula: ¿Y entonces?
Bárbara: No lo sé…
te juro que no tengo ni idea pero tengo que averiguarlo.
INT. / CLÍNICA
PRIVADA, HABITACIÓN / DÍA
En la habitación de
una clínica vemos a Steven quien está vivo, sí, vivo. El hermano de Michael no murió
a manos de Bárbara. Alguien le encontró y le ayudó. En la cama, Steven habla
consigo mismo, aún convaleciente.
Steven: Espero que
hayas disfrutado las fotos maldita negra asesina. Pero esto no acaba más que de
empezar, desgraciada, porque en cuanto salga de esta clínica voy a ir a por ti,
malnacida. Me vas a pagar muy cara tu traición, desgraciada, pero que muy cara.
En ese momento
tocan a la puerta, es Cheryl, su madre, quien es sabedora de todo lo ocurrido.
Cheryl: Hola cariño…
¿Cómo estás?
Steven: Mamá… ¿Qué
haces aquí? Es muy tarde para visitas.
Cheryl: No te
preocupes, en la casa nadie sospecha que estoy acá. Ni siquiera tu hermano
Michael sabe nada de lo que te pasó, tal como me pediste te guardé el secreto,
mi amor.
Steven: Gracias
mamá, sabía que podía confiar en ti. (Se toman de la mano)
Cheryl: Hice tu
encargo, le mandé las fotos a esa desgraciada…
Steven: Perfecto,
seguro que su marido la mandó a volar a esa zorra. No quiero que vayas a la policía,
nadie debe saber que sigo con vida. Esa negra seguro piensa que he muerto.
Cheryl: ¿Qué vas a
hacer? Recuerda que estoy aquí para ayudarte en lo que haga falta. Vamos a
destruir a esa desgraciada a como de lugar.
Steven: Eso es lo
que vamos a hacer. Esa perra va a pagar por lo que me hizo.
Cheryl: Debo irme
cariño. Nos vemos. Cuídate mucho. (Le da un beso en la mejilla)
Steven: Chao mamá….
(Ella se va) Prepárate Barbarita porque voy a ser tu peor pesadilla maldita
bastarda.
AL DÍA SIGUIENTE
INT. / CASA
QUINTANA, SALÓN / DÍA
John y su amigo
Richard están desayunando sentados a la mesa de la sala.
Richard: No te
preocupes, puedes contarme. Kate se fue a llevar a Cinthia al colegio.
John: No le digas
nada de esto a nadie. ¿OK? El caso que cuando estábamos encerrados en su
despacho… Rebeca me besó, Richard. Me besó.
Richard: ¿Quéee? No
me lo puedo creer… En serio. ¿Te besó?
John: Luego llegó
el marido y por poco me pilla allí con ella, menos mal la puerta estaba
atrancada. Fue todo tan rápido. La verdad… no sé qué voy a hacer.
EXT. / COLEGIO,
PUERTA PRINCIPAL / DÍA
Rebeca le cuenta lo
mismo a su amiga Kate, ambas acaban de dejar a sus hijas en la escuela.
Kate: Válgame Dios…
¿Pero te volviste loca, Rebeca? Eres una mujer casada. ¿En qué estabas
pensando, mijita?
Rebeca: Ya por
favor, Kate, lo que menos necesito ahora es un sermón de los tuyos.
Kate: Pero… Menos
mal que Michael no le vio… No me quiero imaginar…
Rebeca: Lo malo es
que ahora no me atrevo a mirar a la cara a John. ¿Qué va a pensar de mí, amiga?
Que soy una… una fresca, una descarada. Ay no… (Preocupada)
INT. / CASA
QUINTANA, SALÓN / DÍA
John y Richard
siguen hablando, sentados a la mesa.
Richard: Espero no
pienses que es una fresca… si te besó será por algo.
John: Porque le
gusto… por eso.
Richard: Ay John,
ay John… deberías alejarte de esa mujer. No te conviene seguir esa amistad
porque al final quien juega con fuego se quema, bien dicen.
John: No te
preocupes que esto no irá a más, al menos no por mi parte porque me marcho a
Dubai en pocos días, ya lo sabes.
Richard: Eso espero…
sería una locura que te involucraras con Rebeca Winchester, una verdadera
locura. Si su marido se entera de ese beso, capaz te mata. Te lo digo yo, te
mata.
John: Por favor no
le cuentes nada de esto a tu mujer, ni a nadie. Esto no puede saberse. ¿Está
bien?
Richard: Soy una
tumba, compadre, y lo sabes.
EXT. / CALLE / DÍA
Rebeca y Kate
caminan por una calle de Toronto.
Kate: Tranquila, no
le diré nada a Richard, ni a nadie. Y ni se te ocurra contarle nada de esto a
la chismosa de Betty, que ya sabes como es.
Rebeca: Lo sé, lo
sé… ¿En qué diablos estaría yo pensando cuando le bese? Ay que vergüenza cuando
lo vea hoy en el hospital…
Kate: Haz como digo
yo… “Tierra, por favor, trágame y luego escúpeme en el Caribe” (Se burla)
Rebeca: ¡Estás como
una cabra! ¡Jajaja!
Kate: Jajaja.
Ambas ríen a
carcajadas.
INT. / COLEGIO, CLASE / DÍA
Cinthia y Miriam
charlan sentadas a sus pupitres, ambas juntas.
Miriam: La verdad
que extraño a Paula…
Cinthia: Pero
seguro pronto la vas a ver. Ya verás como te hace una visita un día de estos.
Miriam: Eso espero…
nos hemos hecho buenas amigas, es super cool. ¿Sabes? De mayor me gustaría ser
como ella.
Cinthia: ¿Y eso por
qué?
Miriam: No sé, es
tan guapa… tiene un cabello más bonito… Mi abuela dice que tengo los mismos
ojos que Paula. ¿Sabes?
Cinthia: ¿Te digo
algo y no te enojas?
Miriam: ¿El qué?
Cinthia: Mira yo no
quiero meterme donde no me llaman, pero…
La verdad te pareces más físicamente a Paula que a Rebeca. Está como
raro eso. ¿No crees?
Ambas niñas se
miran en silencio, Miriam se queda pensativa y comienza a dudar.
INT. / HOSPITAL,
DESPACHO DE DIRECCIÓN / DÍA
John llega al
despacho de Rebeca. Ella está sentada a su mesa pero se levanta al verle
entrar.
John: Veo que ya te
pusieron puerta nueva… (Cerrándola)
Rebeca: Sí, fue
esta mañana… Este… John, quería… quería disculparme por lo de ayer.
John: No pasa nada,
no tienes que pedir disculpas. Creo que yo también tuve la culpa.
Rebeca: Ya pero no
quiero que pienses mal de mí…
John: Yo no he
dicho nada… pasó y punto.
Rebeca: Aún no lo
entiendo… ¿Qué fue lo que nos pasó? Yo…
yo amo a mi marido y… sentí… ay no sé, creo que estoy loca. (Avergonzada)
John: ¿Qué
sentiste? Si puedo saber… (Intrigado)
Rebeca: Ya no me
preguntes… por favor.
John: Está bien… lo
siento. Venía a dejarte mi carta de renuncia, como te dije me voy a Dubai,
pasado mañana.
Rebeca: Está bien…
si es tu decisión, la respeto. (Tomando el sobre)
John: Ahora debo
irme, tengo pacientes que atender en mi consulta.
Rebeca: John… yo…
si te besé fue porque… por que… (Nerviosa y avergonzada)
John: Tú quieres a
Michael, no hace falta busques motivos a lo que pasó, fue un simple beso de
amigos y ya.
Rebeca: ¿Es que
acaso tu besas a tus amigas en la boca? (Extrañada)
John: Perdona, pero
fuiste tú quien me beso a mí. Recuerda.
Rebeca: Ya no lo
digas más veces, fue un error, no sé en que estaba pensando…
Pero ambos no se
dejan de mirarse a la cara, a los ojos, a los labios, y sienten esa fuerte
atracción que hay entre ellos desde hace tiempo.
Rebeca: Esto es una
locura…
John: Lo sé… y por
eso es mejor que me vaya. (Volteando para irse)
Rebeca: Espera John…
(Le toma del brazo y le da la vuelta frente a ella)
John: ¿Qué quieres?
Rebeca: No sé que
me pasa contigo, no lo sé… solo sé que… (Le mira a los labios)
En ese momento John
es quien la roba un beso a ella, ambos vuelven a besarse una vez más, y otra, y
otra… sin descanso. Rebeca y John se besan sin pausa en ese despacho, abrazados
junto al escritorio. Escuchamos música, el estribillo de “That sounds good to
me”, de Josh Dubovie. El capitulo termina
con imágenes del skyline de Toronto y la música de fondo hasta el final de la
canción.
CONTINUARÁ…
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