sábado, 14 de noviembre de 2015

Capítulo 8

HERIDAS DEL CORAZÓN
CAPÍTULO 8: AMOR IMPOSIBLE




TORONTO, CANADÁ

INT. / MANSIÓN WINCHESTER, SALÓN / NOCHE

Michael está en la sala hablando con Betty, con ellos están doña Cheryl y la pequeña Miriam.

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Betty: Así es señor, la señora Rebeca no ha llegado todavía. Estoy muy preocupada.

Michael: ¿La han llamado al móvil?

Cheryl: Ya le hemos marcado y nada que contesta…

Miriam: ¿Y si le pasó algo a mí mamá? ¡Ay nooo!!! (Preocupada)

Betty: Tranquila mi niña, seguro está bien… (Preocupada también)

Michael: No lo creo, espero que no… Voy a ir al hospital a ver si aún sigue allí. La verdad yo también empiezo a preocuparme. Nunca llega tan tarde a casa.

Cheryl: Con eso de que ahora es directora de ese hospital…. Pues…

Michael: ¿Qué? ¿Al final se presentó al puesto? No me lo puedo creer…

Cheryl: Pues como lo oyes. Pensé que tú lo sabías, hijo.

Michael: ¡Yo que diablos voy a saber! ¡Deja que hable con ella porque me va a escuchar! Ya me había comentado algo sobre eso un día pero no le di mayor importancia. Pensé era un capricho de ella pero ya veo que no.

Cheryl: La verdad esa mujercita tuya hace lo que le da la gana, te tiene de pelele.

Michael: ¡Basta mamá! No empieces, yo no soy ningún pelele.

Miriam: Ya por favor no discutan, ahora lo único que importa es encontrar a mi mamá.

Betty: Eso mismo digo yo…

Cheryl: ¡Tú te callas Betty! ¡Te callas! Que me tienes harta por otros motivos. Si de mí dependiera te juro que te echaba a la calle.

Betty: ¡Oiga doñita, conmigo no la pague! ¿Eh? ¡Pero bueno! ¿Se puede saber qué bicho le picó a esta vieja momia ahora? (Molesta, mirando a Michael)

Cheryl: ¡Esto es el colmo! ¿Michael has visto como me habla esta chacha igualada?

Michael: No me interesan tus pleitos con Betty, arréglenlo entre ustedes dos. Yo tengo que irme. Voy al hospital.

Miriam: Espero mi mamita esté bien papá.

Michael: Ya verás como sí, no te preocupes mi amor. (Le da un beso en la frente y se va)

Cheryl: Yo me voy a jugar al bingo con mis amigas, Betty, no me esperes levantada.

Betty: ¿Al bingo? ¿Su nuera está desaparecida y a usted no se le ocurre otra cosa mejor que irse a jugar al bingo? Definitivamente usted no tiene sangre en las venas, tiene horchata.

Cheryl: Cierra el pico cacatúa… Lo que yo haga o deje de hacer, a ti ni te va ni te viene. (Se va)

Betty: ¿Pero tú has visto, Miriam? Tu abuela es una bruja…

Miriam: Solo le falta la escoba… jajaja.

Betty: Y la verruga verde en la nariz esa tan fea que tiene… Jajajaja. (Ambas ríen a carcajadas)


INT. / HOSPITAL DE TORONTO, DESPACHO DE DIRECCIÓN / NOCHE

Rebeca y John siguen encerrados en el despacho, el picaporte no gira. Ambos conversan de pie junto a la puerta.

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John: Si queremos que alguien nos escuche vamos a tener que gritar.

Rebeca: Ay no, y que piensen que tu y yo…

John: ¿Qué tú y yo qué? Que estábamos haciendo cosas malas encerrados en tu despacho, jajaja. (Se burla)

Rebeca: ¡Eres un pervertido! (Avergonzada, contiene la risa)

John: Pero es lo que querías decir… ¿No? Jajaja.

Rebeca: ¡Calla bobo, que eres un bobo! (Le pega levemente en el pecho)

John: Me gusta cuando sonríes… (Sonríe él también)

Rebeca: Ay John… (Se aleja de él, nerviosa)

John: ¿Qué, qué dije ahora? (Preocupado)

Rebeca: Nada… es que… es que mi familia seguro se está preguntando a estas horas donde estoy. Seguro están preocupados por mí.

John: Tranquila verás como pronto nos sacan de aquí. (Gritando) ¡Holaaaaa!! ¿Alguien que nos pueda escuchar? (Junto a la puerta)

Rebeca: Es inútil, seguro ya todos los de esta zona se fueron… Estamos solos.

John: Tiene que haber alguna forma de que nos ayuden… ¿Y si gritamos por la ventana?

Rebeca: Ay John, por Dios, ni que hubiera un incendio, tampoco hay que dramatizar.

John: ¿En qué quedamos, quieres salir de aquí o no? (Extrañado)

Rebeca: Si te digo la verdad… no tengo ni ganas de volver a mi casa.

John: ¿Y eso por qué? No entiendo. ¿Te pasa algo con tu familia?

Rebeca: Es Michael, de un tiempo a esta parte está muy raro conmigo, a cada cosa que diga o haga se molesta. Ha cambiado mucho.

John: Tal vez las cosas no le vayan bien en el ayuntamiento, además pronto serán las elecciones municipales y…

Rebeca: No, no es por eso… yo sé que algo le pasa y es conmigo.

John: ¿Tú crees?

Rebeca: ¿Sabes? No le he dicho nada de esto a nadie, ni a Kate ni mucho menos a la chismosa de Betty pero el caso es que…

John: ¿Qué? ¿El caso es…? (Intrigado)

Rebeca: Ay John, no lo entenderías… mejor olvida el tema, por favor.

John: ¿Y eso por qué? ¿No decías que somos amigos? Pues entonces puedes confiar en mí, yo no le voy a contar nada a nadie.

Rebeca: Es que no son cosas para contar a un hombre… si fueras mujer pues…

John: Jajaja. Lo que me faltaba por escuchar hoy. En serio, quién te entiende…

Rebeca: Michael y yo hace tiempo que no… bueno ya sabes.

John: Ahm…

Rebeca: Dirás que ando paranoica pero he llegado a pensar que tiene otra mujer, no sé.

John: ¿Acaso es que le has descubierto algo o alguien?

Rebeca: No, nada… pero… no sé, está tan raro últimamente, ya no es cariñoso conmigo, sólo con la niña. Es como si… como si ya no sintiera lo mismo de antes por mí.

John: No digas eso, mujer, será el estrés del trabajo, yo que se… ¿Cómo no te iba a querer tu esposo siendo como tú eres?

Rebeca: Eso lo dices porque eres mi amigo… (Triste)

John: Lo digo en serio, Rebeca. Aunque no lo creas eres una mujer muy especial. Eres guapa, talentosa… Cualquier hombre quisiera estar contigo.

Rebeca: ¿Y tú? (Avergonzada) Perdón, no debí decir eso… lo siento.

John: ¿Yo? (Avergonzado, mirando para otro lado) Este… no… no estamos hablando de mi. (Nervioso se aleja un poco)

Rebeca: Disculpa John, en serio, no debería haberte contado nada. Es que no sé que me pasa. Mi marido siento que ya no me ama y…

John: Yo también estoy decepcionado con Bárbara. De hecho creo que voy a pedir el divorcio, Rebeca. No puedo seguir con ella, ya no confío en mi esposa. Me engañó durante dos años sobre su pasado. Nunca me lo contó. Siento que soy un completo imbécil.

Rebeca: No digas eso John… no lo eres. (Se le acerca y le acaricia la cara con ternura)

John: Es lo que siento… (Triste)

Rebeca: Bárbara no sabe lo que tiene, porque eres un hombre maravilloso, John. (Sonríe aunque con pena en la mirada)

John: Gracias Rebeca.

Rebeca: De nada…

En ese momento que están tan cerca, nuevamente vuelven a sentir un impulso casi irrefrenable de besarse. John y Rebeca se miran a los ojos, a los labios… La situación es de gran tensión sexual entre ambos pero ninguno se atreve a dar el primer paso. Únicamente se miran hasta que… Rebeca finalmente se lanza y le roba un tierno y apasionado beso a su amigo. Nuestra pareja protagonista se funde en un romántico beso mientras escuchamos el estribillo de “That sounds good to me”, de Josh Dubovie. Rebeca y John siguen dejando llevar por los sentimientos…


En ese momento tocan a la puerta, al otro lado en el pasillo está Michael.

Michael: ¿Rebeca? ¡REBECA! ¿Estás ahí mi amor? (Intrigado)

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John y Rebeca se separan, ambos muy nerviosos, ella se retira bruscamente de él.

Rebeca: (En voz baja) ¡Dios mío, es mi marido! (Asustada y preocupada)

John: No puede ser… ¿Qué hace Michael acá?

Rebeca: ¡Cállate, habla en voz baja! No puede saber que estoy contigo aquí.

Al otro lado de la puerta…

Michael: ¡REBECA! ¡Ábreme la puerta! (Molesto) ¿Con quién hablas?

Rebeca: Michael, mi amor… tuve un problema con la puerta, no se abre, está atascada. Intentaba llamar a… a los de mantenimiento por teléfono pero…

Michael: ¿Y por qué no me llamaste al móvil?

Rebeca: Lo siento, ni cuenta me di. ¿Podrías avisarles tú, por favor?

Michael: No hace falta, voy a intentar forzar la puerta desde aquí. Aléjate por si acaso.

Rebeca: ¡Está bien Michael! (Y en voz baja mirando a John) Rápido, escóndete en el cuarto de baño, mi marido no puede encontrarte aquí, no se creerá nada si te ve conmigo.

John: Pero Rebeca…

Rebeca: ¡Pero nada! (Le empuja al cuarto de baño del despacho y cierra la puerta)

En ese momento Michael pega una patada a la puerta y logra abrirla bruscamente, escuchamos música incidental.

Rebeca: ¡Michael!

Michael: ¿Estás bien mi vida? (La abraza y la besa en la frente) Estábamos muy preocupados por ti. Deberías habernos llamado a la casa, mujer.

Rebeca: Lo siento, quería que lo solucionara alguien de acá del hospital. Justo me iba a ir para casa cuando me di cuenta que el picaporte no funcionaba y… (Nerviosa, mirando a la puerta del baño)

Tras dicha puerta está John, quien escucha la conversación.

Michael: Mañana les dices que cambien esta puerta… siento el estropicio pero… era la única forma de abrirla.

Rebeca: No pasa nada, no te preocupes… Espera que tomo mi bolso y nos vamos. (Lo agarra de una silla) Gracias Michael, no sé que habría hecho sin ti, mi amor.

Michael: Por cierto me dijo mi madre que ahora eres la directora del hospital. No me habías dicho.

Rebeca: Te dije que me iba a presentar pero… bueno ya te cuento por el camino.

Michael: Está  bien… (Finge no molestarse pero no le ha gustado la noticia)

Finalmente John sale del cuarto de baño y en el despacho se queda pensativo… El médico recuerda el beso que se acaban de dar Rebeca y él segundos antes y no sabe por qué. O no lo quiere saber…


INT. / CASA HASSAN, COCINA / NOCHE

Bárbara y Paula terminan de cenar, sentadas a la mesa de la cocina. Las dos amigas charlan mientras la mexicana se fuma un cigarrillo.

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Bárbara: Necesito hablar con John… tiene que escucharme, yo sé que me va a perdonar.

Paula: ¿Sabes ya quién demonios le mandó esas malditas fotos? Deberías pensar, alguien te quiere mal y quiere hacerte daño. Y por lo que se ve, lo logró.

Bárbara: Sólo había una persona que sabía mi secreto pero ya no vive aquí.

La mulata habla de Steven, a quien mató hace varios capítulos pero no le cuenta a su amiga la verdad.

Paula: ¿Cómo así que ya no vive acá? ¿De quién carajos hablas?

Bárbara: De nadie, un tipo que me estaba chantajeando pero… le pagué y se largó de la ciudad para no volver. Así que no ha sido él.

Paula: ¿Y entonces?

Bárbara: No lo sé… te juro que no tengo ni idea pero tengo que averiguarlo.


INT. / CLÍNICA PRIVADA, HABITACIÓN / DÍA

En la habitación de una clínica vemos a Steven quien está vivo, sí, vivo. El hermano de Michael no murió a manos de Bárbara. Alguien le encontró y le ayudó. En la cama, Steven habla consigo mismo, aún convaleciente.

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Steven: Espero que hayas disfrutado las fotos maldita negra asesina. Pero esto no acaba más que de empezar, desgraciada, porque en cuanto salga de esta clínica voy a ir a por ti, malnacida. Me vas a pagar muy cara tu traición, desgraciada, pero que muy cara.

En ese momento tocan a la puerta, es Cheryl, su madre, quien es sabedora de todo lo ocurrido.

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Cheryl: Hola cariño… ¿Cómo estás?

Steven: Mamá… ¿Qué haces aquí? Es muy tarde para visitas.

Cheryl: No te preocupes, en la casa nadie sospecha que estoy acá. Ni siquiera tu hermano Michael sabe nada de lo que te pasó, tal como me pediste te guardé el secreto, mi amor.

Steven: Gracias mamá, sabía que podía confiar en ti. (Se toman de la mano)

Cheryl: Hice tu encargo, le mandé las fotos a esa desgraciada…

Steven: Perfecto, seguro que su marido la mandó a volar a esa zorra. No quiero que vayas a la policía, nadie debe saber que sigo con vida. Esa negra seguro piensa que he muerto.

Cheryl: ¿Qué vas a hacer? Recuerda que estoy aquí para ayudarte en lo que haga falta. Vamos a destruir a esa desgraciada a como de lugar.

Steven: Eso es lo que vamos a hacer. Esa perra va a pagar por lo que me hizo.

Cheryl: Debo irme cariño. Nos vemos. Cuídate mucho. (Le da un beso en la mejilla)

Steven: Chao mamá…. (Ella se va) Prepárate Barbarita porque voy a ser tu peor pesadilla maldita bastarda.


AL DÍA SIGUIENTE
INT. / CASA QUINTANA, SALÓN / DÍA

John y su amigo Richard están desayunando sentados a la mesa de la sala.

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Richard: No te preocupes, puedes contarme. Kate se fue a llevar a Cinthia al colegio.

John: No le digas nada de esto a nadie. ¿OK? El caso que cuando estábamos encerrados en su despacho… Rebeca me besó, Richard. Me besó.

Richard: ¿Quéee? No me lo puedo creer… En serio. ¿Te besó?

John: Luego llegó el marido y por poco me pilla allí con ella, menos mal la puerta estaba atrancada. Fue todo tan rápido. La verdad… no sé qué voy a hacer.


EXT. / COLEGIO, PUERTA PRINCIPAL / DÍA

Rebeca le cuenta lo mismo a su amiga Kate, ambas acaban de dejar a sus hijas en la escuela.

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Kate: Válgame Dios… ¿Pero te volviste loca, Rebeca? Eres una mujer casada. ¿En qué estabas pensando, mijita?

Rebeca: Ya por favor, Kate, lo que menos necesito ahora es un sermón de los tuyos.

Kate: Pero… Menos mal que Michael no le vio… No me quiero imaginar…

Rebeca: Lo malo es que ahora no me atrevo a mirar a la cara a John. ¿Qué va a pensar de mí, amiga? Que soy una… una fresca, una descarada. Ay no… (Preocupada)


INT. / CASA QUINTANA, SALÓN / DÍA

John y Richard siguen hablando, sentados a la mesa.

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Richard: Espero no pienses que es una fresca… si te besó será por algo.

John: Porque le gusto… por eso.

Richard: Ay John, ay John… deberías alejarte de esa mujer. No te conviene seguir esa amistad porque al final quien juega con fuego se quema, bien dicen.

John: No te preocupes que esto no irá a más, al menos no por mi parte porque me marcho a Dubai en pocos días, ya lo sabes.

Richard: Eso espero… sería una locura que te involucraras con Rebeca Winchester, una verdadera locura. Si su marido se entera de ese beso, capaz te mata. Te lo digo yo, te mata.

John: Por favor no le cuentes nada de esto a tu mujer, ni a nadie. Esto no puede saberse. ¿Está bien?

Richard: Soy una tumba, compadre, y lo sabes.


EXT. / CALLE / DÍA

Rebeca y Kate caminan por una calle de Toronto.

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Kate: Tranquila, no le diré nada a Richard, ni a nadie. Y ni se te ocurra contarle nada de esto a la chismosa de Betty, que ya sabes como es.

Rebeca: Lo sé, lo sé… ¿En qué diablos estaría yo pensando cuando le bese? Ay que vergüenza cuando lo vea hoy en el hospital…

Kate: Haz como digo yo… “Tierra, por favor, trágame y luego escúpeme en el Caribe” (Se burla)

Rebeca: ¡Estás como una cabra! ¡Jajaja!

Kate: Jajaja.

Ambas ríen a carcajadas.


INT.  / COLEGIO, CLASE / DÍA

Cinthia y Miriam charlan sentadas a sus pupitres, ambas juntas.

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Miriam: La verdad que extraño a Paula…

Cinthia: Pero seguro pronto la vas a ver. Ya verás como te hace una visita un día de estos.

Miriam: Eso espero… nos hemos hecho buenas amigas, es super cool. ¿Sabes? De mayor me gustaría ser como ella.

Cinthia: ¿Y eso por qué?

Miriam: No sé, es tan guapa… tiene un cabello más bonito… Mi abuela dice que tengo los mismos ojos que Paula. ¿Sabes?

Cinthia: ¿Te digo algo y no te enojas?

Miriam: ¿El qué?

Cinthia: Mira yo no quiero meterme donde no me llaman, pero…  La verdad te pareces más físicamente a Paula que a Rebeca. Está como raro eso. ¿No crees?

Ambas niñas se miran en silencio, Miriam se queda pensativa y comienza a dudar.


INT. / HOSPITAL, DESPACHO DE DIRECCIÓN / DÍA

John llega al despacho de Rebeca. Ella está sentada a su mesa pero se levanta al verle entrar.

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John: Veo que ya te pusieron puerta nueva… (Cerrándola)

Rebeca: Sí, fue esta mañana… Este… John, quería… quería disculparme por lo de ayer.

John: No pasa nada, no tienes que pedir disculpas. Creo que yo también tuve la culpa.

Rebeca: Ya pero no quiero que pienses mal de mí…

John: Yo no he dicho nada… pasó y punto.

Rebeca: Aún no lo entiendo… ¿Qué fue lo que nos pasó?  Yo… yo amo a mi marido y… sentí… ay no sé, creo que estoy loca. (Avergonzada)

John: ¿Qué sentiste? Si puedo saber… (Intrigado)

Rebeca: Ya no me preguntes… por favor.

John: Está bien… lo siento. Venía a dejarte mi carta de renuncia, como te dije me voy a Dubai, pasado mañana.

Rebeca: Está bien… si es tu decisión, la respeto. (Tomando el sobre)

John: Ahora debo irme, tengo pacientes que atender en mi consulta.

Rebeca: John… yo… si te besé fue porque… por que… (Nerviosa y avergonzada)

John: Tú quieres a Michael, no hace falta busques motivos a lo que pasó, fue un simple beso de amigos y ya.

Rebeca: ¿Es que acaso tu besas a tus amigas en la boca? (Extrañada)

John: Perdona, pero fuiste tú quien me beso a mí. Recuerda.

Rebeca: Ya no lo digas más veces, fue un error, no sé en que estaba pensando…

Pero ambos no se dejan de mirarse a la cara, a los ojos, a los labios, y sienten esa fuerte atracción que hay entre ellos desde hace tiempo.

Rebeca: Esto es una locura…

John: Lo sé… y por eso es mejor que me vaya. (Volteando para irse)

Rebeca: Espera John… (Le toma del brazo y le da la vuelta frente a ella)

John: ¿Qué quieres?

Rebeca: No sé que me pasa contigo, no lo sé… solo sé que… (Le mira a los labios)

En ese momento John es quien la roba un beso a ella, ambos vuelven a besarse una vez más, y otra, y otra… sin descanso. Rebeca y John se besan sin pausa en ese despacho, abrazados junto al escritorio. Escuchamos música, el estribillo de “That sounds good to me”, de Josh Dubovie. El capitulo termina con imágenes del skyline de Toronto y la música de fondo hasta el final de la canción.



CONTINUARÁ…


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